La concejala de Educación del Ayuntamiento de Valladolid, María Victoria Soto, valoró hoy las medidas que tendrán que tomar en las escuelas municipales y colegios públicos que dependen de su área, para el próximo curso, y echó en falta “no haber tenido una reunión con la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León”.

Soto criticó que las noticias que les van llegando son “a través de los medios de comunicación” y explicó que, de momento, lo único que saben es que los colegios solo podrán utilizarse por los alumnos. Esa situación considera que trastoca sus planes puesto que “teníamos cedidas más de 200 aulas a entidades diversas y por segundo año consecutivo no van a poder usar”.

Algo que cree que será “un hándicap para la realización de muchas actividades culturales” pero subrayó que asume esa decisión porque lo más importante es la seguridad de los niños y que haya educación presencial.

Porque la situación contraria ha generado “un aumento del absentismo escolar que es muy preocupante”. Por eso entiende que es “necesario convencer a las familias que hay seguridad y hay que acudir a los colegios”.

Asimismo, indicó que actualmente, desde el Ayuntamiento no saben “como tendremos que afrontar la limpieza extraordinaria de los centros que no puede ser como la del año pasado porque se ha demostrado que el contagio no llega, en su mayor parte, desde las superficies”.

El curso pasado esa limpieza costó a las arcas municipales alrededor de 500.000 euros “de los que solo hemos recibido 100.000 de la Consejería”. Incluso recordó que tuvieron que hacer la contratación por vía de urgencia y provocó que “VOX nos haya llevado al Contencioso y no podemos hacer otro contrato de ese tipo”.

Por eso Soto matizó que “ya hemos comunicado a la Consejería la situación y esperemos que se pongan en contacto con nosotros para buscar una solución”. “La Junta debe hacer un esfuerzo y no pasar toda la responsabilidad a los Ayuntamientos”, concluyó.