Un grupo de vecinos de Valladolid registró el día 5 de agosto en la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León una plataforma cuyo objetivo prioritario es conseguir que todas las administraciones (Estado, Junta de Castilla y León y Ayuntamiento) lleguen a un acuerdo y hagan un esfuerzo conjunto para que Valladolid consiga el soterramiento del ferrocarril para “darle un nuevo impulso y lograr que sea una ciudad más integradora y sostenible para las futuras generaciones”. 

“Ante la permanente despoblación de la ciudad y el consiguiente deterioro económico, pensamos que el soterramiento puede ser un elemento fundamental (no el único) para dar a nuestra ciudad un importante revulsivo tanto social, económico, industrial y turístico, eliminando una barrera que margina y segrega prácticamente a un tercio de la población; aunque es evidente que este ambicioso, pero posible, proyecto beneficiaría al conjunto de la ciudad y de la ciudadanía consiguiendo, entre otras cosas, una redistribución de los recursos y de la riqueza”, señalan los fundadores. 

En el escrito, recalcan que con la construcción de los talleres y la finalización de la variante de mercancías se van a poner las bases fundamentales para poder acometer esta obra. A su juicio, la propuesta de integración ferroviaria planteada por el equipo de Gobierno actual “no resuelve los problemas de fondo y en ningún caso contribuirá a alcanzar los objetivos” que persiguen desde la plataforma.

“Creemos que es importante que se recupere el diálogo social y que los ciudadanos puedan contrastar opiniones con todas las administraciones y podamos conseguir la implicación de toda la ciudadanía y colectivos sociales para lo que estamos dispuestos a integrar o integrarnos en otros colectivos para lograr nuestro objetivo. Nos gustaría que fuera el propio Ayuntamiento y el actual equipo de gobierno quien liderara esta iniciativa cuyo único y fundamental objetivo es conseguir que Valladolid sea una ciudad más igualitaria, más acogedora y más dinámica para nuestros hijos y nuestros nietos y para el siglo XXI”, remachan.