Con el anuncio de la aprobación de los Fondos Europeos para la Recuperación y Resiliencia destinados a la recuperación económica de los países afectados por la pandemia hay quienes han pensado que el dinero lloverá del cielo. Que la gallina de los huevos de oro campara por España y que los 140.000 millones de euros que se han aprobado para España servirán para empezar obras, crear nuevos edificios públicos o instalar fuentes por todas las ciudades.

Pues nada más lejos de la realidad. El dinero, que llegará en transferencias -72.000 millones- y en préstamos -68.000 millones- tiene unos objetivos muy determinados: la transformación digital y la transición ecológica para cambiar la economía de los países europeos.

En esa línea se trabaja desde el Ayuntamiento de Valladolid dónde, desde hace ya meses, un grupo de técnicos municipales, coordinados por el concejal de Planificación y Recursos, Pedro Herrero, ha preparado un listado de proyectos que podrían encajar en estos fondos. Un documento guardado con siete llaves para no generar falsas expectativas que luego no pudieran materializarse.

Unos proyectos que van desde la modernización de los paneles informativos que hay en la ciudad, a la remodelación de algunos recintos, pasando por la gestión y control de posibles restricciones al tráfico.

Muy diversos planes que no se han generado por la aparición de estas subvenciones “sino que son proyectos del equipo de gobierno que se intentarán hacer, sí o sí, al margen de que llegue este dinero”, indicó el edil. En ese sentido añadió que “son políticas que ya estamos llevando a cabo y lo que hemos hecho es adaptar nuestra hoja de ruta, a medio y largo plazo, a los distintos planes que se nos han presentado”.

Es más, algunos de ellos se entienden que “nos dan la razón porque nuestra apuesta por la movilidad es anterior a que se publiquen los fondos y ahora nos dan la razón respecto a las medidas que hemos empezado a adoptar”.

Ir por delante

“Por eso, lo que hemos hecho es adelantarnos y tener preparada toda la documentación para que, en cuanto se hagan públicas las convocatorias, mandarla y optar a que sean elegidas”, comentó Herrero. Siempre con la idea clara de que no será sencillo porque “todos los Ayuntamientos van a querer optar a ellos y las ayudas son limitadas”. Tanto que desde la Federación de Municipios y Provincias se pelea por lograr que se les otorgue directamente un 15% del presupuesto, con lo que, en el mejor de los casos la cantidad para la administración local y provincial sería de 21.000 millones.

A ello se podría sumar lo que reciban las Comunidades Autónomas ya que “parece lógico que lo que reciban se tendrá que encargar a los Ayuntamientos”. Pero todo desde las suposiciones porque aún no hay datos concretos del reparto. “Es como si estuviéramos en una pretemporada larga en la que no sabemos cuando va a empezar la competición”, subrayó el concejal aplicando un símil deportivo.

Diez 'políticas palanca'

En cuanto a las convocatorias, que aún no se han publicado, lo que sí se sabe es que se englobarán en diez grupos, las denominadas ‘políticas palanca’ que se han formado en diez bloques muy determinados: agenda urbana, infraestructuras y movilidad, transición ecológica, administración del Siglo XXI, digitalización y turismo, ciencia e innovación, educación del conocimiento, cuidados y políticas de empleo, cultura y deporte y sistema fiscal.

Todos ellos con matices muy marcados que no permiten confundir los fondos ingresos en cuenta para después justificar. “No se enviará el dinero a cada Comunidad Autónoma o Ayuntamiento, sino que hay que mandar el proyecto a la Unión Europea para que, desde allí, una vez aprobado, se financie su realización”.

Es decir, nada similar, por ejemplo, al Plan E de Zapatero -10.000 millones en dos años- que fue “una tirita para intentar parar la gran hemorragia que había provocado la crisis”.

En aquella ocasión sí que cada Ayuntamiento recibió el dinero y se gastó “en proyectos que, muchas veces, no eran ni necesarios”. Esta vez no será así. Son fondos “para que lo entienda todo el mundo que no sirven para construir cosas o para hacer lo que a cada uno se le ocurra, sino que está dirigido a aspectos muy concretos”.

Estos fondos se han dividido además en dos fases. Una primera que va desde este año a 2023 y la siguiente de 2024 a 2027. Dado lo avanzado que está ya el 2021 desde el Ayuntamiento de Valladolid se espera que sea en 2022, al menos en teoría, cuando realmente se empiecen a ver los frutos de un plan que quiere dar un giro de 180 grados a la economía de la Unión europea marcando un antes y un después.