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Valladolid

El Ayuntamiento de Valladolid no descarta extender los toldos vegetales de la calle Santa María a otras zonas

13 julio, 2021 15:17

Los recién estrenados toldos vegetales que penden sobre la céntrica calle Santa María de Valladolid ya cobijan a los transeúntes del impacto del sol y regulan la temperatura de la vía pero, tal y como informa Charo Chávez, concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid, “no son mobiliario urbano, se trata de una instalación para paliar los efectos del cambio climático, mejorar la calidad del aire y la calidad de vida de las personas”. Por otra parte, también buscan “aumentar la biodiversidad” de una zona centro donde proliferan los muros y las construcciones de cemento, una carencia en la sociedad que se ha visto “acrecentada por la pandemia, por la necesidad de buscar aire limpio”.

Esta acción ha sido desarrollada dentro de un “proyecto innovador en Europa” a través el cual se busca inventar “nuevas acciones para que, si funcionan, puedan aplicarse en más ciudades del continente”, asevera Chávez. “Generamos conocimiento con la intención principal de aportar soluciones para minimizar los efectos del cambio climático” sin dejar de lado la “revitalización de una zona cuya actividad comercial se ha visto mermada en los últimos años”, puntualiza la concejala. Por otra parte, la edil se congratula al ver cómo la calle Santa María ha recobrado “vida” y poder apreciarse los beneficios de esta acción.

“No descartamos que se pueda ampliar a otras zonas, siempre y cuando se demuestre que es una acción útil”, asegura Charo Chávez sobre la posible implementación de estos toldos. No obstante, insiste en dejar claro que se está trabajando “para mejorar la calidad de vida de las personas”.

El equipo de gobierno hubo de lidiar con críticas vecinales de residentes en la calle Santa María desde los primeros pasos de la instalación del proyecto. El motivo principal era que, según los propios residentes de algunos portales, se había “incumplido la ley” ya que los anclajes de los toldos se habían realizado “sin permiso” vecinal. A este respecto, Chávez comenta que “fueron, en concreto, dos vecinos” y que la “seguridad está garantizada ya que es uno de los requisitos primordiales y fundamentales dictados por la Unión Europea”.

Además, la cuestión acústica también supuso un agravio para su aceptación puesto que la instalación cuenta con un canalón para recoger el agua filtrada por los elementos vegetales y ésta, al caer, generaba un ruido molesto para los vecinos. Cabe destacar que este inconveniente ya se solucionó, dado que tuvo lugar con la instalación inacabada, al recubrir los conductos de un material que reduce el impacto acústico.

La acción de los toldos vegetales forma parte del proyecto ‘Urban Green Up’, que comprende, entre otros, la implantación de un electrohumedal que genera su propia electricidad, en la avenida Juan Carlos I, jardines verticales móviles, como los que ya se encuentran en el centro de la ciudad, entre la Plaza Mayor y la Plaza de Zorrilla, además de la renovación de árboles y la renaturalización de párkings.