Castilla y León

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Medio Ambiente captura casi 8.000 visones americanos en las últimas dos décadas en Castilla y León

12 junio, 2021 14:16

Juan López / ICAL

Agentes medioambientales y celadores han capturado en las dos últimas décadas un total de 7.861 visones americanos, una especia invasora que ejerce un daño importante y objetivo sobre la fauna y flora de Castilla y León, principalmente algunas como el visón europeo, sobre el que ejerce una presión agresiva que está contribuyendo a la disminución de su población, así como al desmán ibérico, sobre el que incluso estuvo en marcha un proyecto LIFE+ para su conservación.

La cifra de capturas en 2020 alcanzó las 814, el ejercicio con mayor número desde que en 1999 comenzaron estos trabajos. Se trata del año con más visones americanos cazados, el doble que en 2009, cuando el ritmo anual se aceleró notablemente. Y muy lejos de aquellos inicios de siglo, con una decena de animales recogidos en 2000, dos en 2001 o 56 en 2002. Este incremento exponencial, según explicó a Ical el jefe de Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna, David Cubero, es achacable a un mayor número de cabezas de esta especie, imposible de censar a día de hoy, pero también por el “esfuerzo” del descaste aplicado por los trabajadores, incluso con mejoras en la metodología.

“El visón americano se ha expandido en los últimos veinte años por prácticamente toda la Comunidad, cuando antes había amplias zonas donde no había”, sostuvo Cubero, quien matizó que “prácticamente es imposible erradicar la especie porque la superficie de Castilla y León es muy grande, pero se trabaja para reducir las densidades y evitar que se expanda o afiance en las zonas de presencia de especies amenazadas como el visón europeo o desmán”.

Del total de capturas en estos 20 años, más de la mitad, 4.230 se desarrollaron en Burgos, seguida de Palencia, con 1.089; León, con 814; y Zamora, con 807. A continuación se encuentran Valladolid (469 capturas) y Soria (381), y después, Segovia (27) y Salamanca y Ávila, con 22 en cada caso. Se concluye, por tanto, que a este especie le gusta menos las aguas del sur de la Comunidad. De hecho, en las tres provincias del sur los descastes no empezaron mediados de la última década, porque el visón americano no había sido visto en ellas.

Cubero detalló que además del mayor esfuerzo se han mejorado las trampas. A día de hoy hay dos tipos, las de orilla, que son las que más se han utilizado en estos 20 años, pero que poco a poco va quedando en desuso, y las plataformas flotantes, “un método más novedoso, más actual y eficaz, que se monta con una plataforma de madera sobre el lecho del río”. “La curiosidad del visón le empuja a introducirse en ese túnel y cuando entra salta la trampa y lo enjaula. Hoy día es lo que más se utiliza en España, pero donde no hay tantas masas de agua se hace las de orilla”, aseveró. Medio Ambiente estima que el conjunto de trampas utilizadas tiene un coste de mil euros por ejemplar descastado, lo que equivale a un gasto necesario en estos 20 años de casi ocho millones de euros.

Claves


A día de hoy existe una clave a la hora de entender lo que ha sucedido y lo que ocurre con esta especie en Castilla y León. Cubero detalló que el visón europeo, en situación crítica, está muy amenazado por el americano. Por ello, los descastes se iniciaron en los entornos de confluencia de ambos, porque al ser el invasor de “mayor tamaño y de un carácter predador muy fuerte, daña siempre al europeo”. Por eso en Burgos se han producido más capturas, porque es donde más confluían ambos: “Hemos pretendido frenar así la regresión del europeo”, justificó.

En otras provincias también confluyen, pero con una densidad menor al menos se han creado “zonas de libertad” para las especies endémicas. Otra visión es, igualmente, la protección del desmán ibérico y otras especies, principalmente en León y Zamora, porque el visón americano “se come todo y por eso se ha centrado en zonas donde hay peor incidencia de otras endémicas”.

De hecho, esta especie invasora tiene un “potencial de expansión altísimo”. “Erradicarlo es muy complicado", insistió, "pero al menos queremos tener esos espacios limpios para que el visón europeo siga con áreas para su reproducción”, expuso Cubero, quien pronosticó que a partir de ahora el trabajo a corto y medio plazo, además del desarrollo de estudios genómicos del visón europeo, “es evitar la expansión rápida del americano”.