El secretario general del PSOE de Castilla y León y portavoz en las Cortes, Luis Tudanca, mantuvo hoy una reunión de trabajo con UGT y CCOO con el fin de analizar las consecuencias de la reestructuración del sector bancario en el medio rural de la Comunidad.

En la reunión, en la que también estuvo el portavoz de Empleo del Grupo Socialista, Pedro González, se acordó buscar la implicación de las administraciones, en especial de la Junta de Castilla y León, para explorar fórmulas que reduzcan el efecto de esta reestructuración tanto en el empleo como en el cierre de las oficinas bancarias abiertas en los núcleos rurales.

Esta reestructuración, defendieron en la reunión, implica el despido de miles de empleados. De hecho, según los datos aportados por los sindicatos, en 2008 había 12.850 empleados en el sector financiero de Castilla y León y ahora ya solo son 6.747. Por otra parte, había 3.180 oficinas y ahora ya solo quedan 1.596.

Esta reducción afecta directamente a la población envejecida que vive en esos núcleos rurales, que ve cómo desaparece otro servicio público.

Por ello, Grupo Socialista y sindicatos acordaron presentar una petición a la Administración autonómica para que alcance algún tipo de acuerdo de colaboración con los ayuntamientos para impedir la “dejación de funciones” de las entidades financieras y, de esta forma, impedir la desertización de nuestro mundo rural.