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Opinión

Celestes, añiles, azules charros

6 junio, 2021 19:06
En estos días, y en los venideros, se están produciendo movimientos, que no sé si calificar de convulsiones o simples recolocaciones, dentro del PP salmantino ante la inminente llegada del congreso provincial que, tras muchos años cerrado, se encuentra abierto y con una disidencia clara frente a quien es el actual presidente de partido.

El capitán de CyL quiere controlar el partido de su terruño, en el que comenzó pegando sellos y en el que se hizo políticamente y, por ello, colocó de presidente a quien, por otra parte, siempre fue el peón fiel que se sabe colocar, pero que carece de otros méritos y adornos para desempeñar dicha labor, de ahí que su gestión sea oscura, tenebrosa diría yo, y más propia de un clan que de una organización democrática.

Por otra parte, nos encontramos con los Genoveses, que erraron en quien se mostró como mascarón de proa, más autoproclamada que erigida como tal, y entre los que, sin dudar de su lealtad, se encuentran personas que, sin perder la amistad con el sire, contemplan el feudo como un erial que debe de ser regado y regenerado, por más que ellos, les guste o no, sean viejas glorias del pasado, de un pasado glorioso y del que aprendieron mucho, pero pasado.

De otra, se encuentran los institucionales, entre los que están los "patas negras" que son expertos y hábiles fontaneros del aparato del partido, profesionales curtidos e inteligentes para su labor, y los desechos, muñecas rotas, que no pueden ser  colocados donde no molesten y los encumbran para enterrar, pero que, desde el lodo de la tumba,  gustan de maniobrar según consideren se dirige el agua.

En este melindroso devenir, el enfrentamiento no se desea y desde Génova, pese a tener una clara expectativa de horadar el poder del capitán pueblerino, no desean un cisma, que tampoco gusta al "cateto", en la típica postura de no te muevas, no adoptes ninguna medida que pueda ser criticada y todo se moverá sólo, de ahí que se espera un consenso con el que todo se mueva, todo cambien pero, como el anuncio de higiene femenina, ni se note, ni traspase, ni se mueva, dejando todo como está; pero, lo malo es que ya la situación del PP nacional, regional y local, por más que no lo vean, o no lo quieran ver, precisa de un cambio, de una regeneración efectiva, eficiente y, mínimamente, real que permita un cambio de política a una Ayusización de los líderes; es decir, de gente preparada, sin miedos ni complejos, que actúe y sea capaz de asumir las consecuencias, que tenga sólidos criterios, acertados o no, pero que, sin miedo, los defienda frente a propios y extraños.

Hasta aquí el PP local no ha tenido un partido que le pueda perturbar, pues VOX, que podría ser un revulsivo, ni está ni se le espera, más pendiente del rebufo nacional que de un trabajo serio y solvente en el ámbito local. Ciudadanos, está domesticado, si es que alguna vez aparentó ser fiera, cuando no abducido. Podemos, dividido, partido y hundido, no es jugador a tener en cuenta en este campo; y el PSOE, ni puede, ni quiere, ni sabe dar el golpe de gracia que pudiera desbancar al PP.

Con esa situación, si el PP no cambia, podemos conseguir que el cansancio, la abulia y el no moverse, dé al traste, aun cuando sea por poco, con la gobernanza azul y entonces sí que será el rechinar de dientes y llantos de viejas meretrices hoy convertidas en plañideras de la ponzoña que se perderán entre las "putillas y chaperines" propia del cauce del partido.

En este cartel, las élites sociales, empresariales, informativas, etc que han aprendido a moverse en las procelosas y oscuras aguas, no saben, ni ven con claridad, qué camino seguir y se producen amenazas, nerviosismos, reacciones histriónicas con las que hacer que salten las ranas, muevan el agua y puedan redirigir su caña y, entre tanto, el ciudadano, el perrito sin alma de la calle, atónito ante este tipo de actuares, cuando la gente se muere, las empresas se arruinan, la calle arde o clama con una sordina de cervezas y luces que opacan la realidad, pero se siente, se percibe y, cuando la rubia y el sol finalicen, se padecerá con dureza, aún no sabe dónde encontrar a alguien que tenga la capacidad, la solvencia y liderazgo de presentar un proyecto de futuro común, con una hoja de ruta o de trabajo para la obtención de un concreto resultado para la ciudad.