El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha confiado en poder debatir la Ley que dará vida a la Oficina Anticorrupción a finales de junio o en septiembre, en todo caso antes de octubre, al tiempo que ha lamentado que en ella no se pueda luchar contra la "corrupción moral" que, a su juicio, ejerce el PSOE.

Igea ha lamentado ante el Pleno los argumentos de la "izquierda populista" y ha afeado el uso de la "agonía, el sufrimiento y todos lo más doloroso" por parte del PSOE. Para Igea eso es "corrupción moral" y ha asegurado que luchará por "impedir" que quienes la ejercen lleguen al gobierno de la Comunidad.

Tras defender la transparencia ejercida desde la Junta, Igea ha reseñado que la norma para desarrollar la oficina "va a llegar", tras lo que ha avanzado que ya está en el Consejo Consultivo.

Igea ha respondido de este modo a una pregunta planteada ante el Pleno por la procuradora de Ciudadanos Blanca Delia Negrete. "La Oficina de Lucha contra la Corrupción y Contra el Fraude constituye un paso definitivo en la lucha contra las prácticas ilegales e ilícitas en el manejo de los fondos públicos", ha reivindicado la procuradora.

En pregunta oral ante el Pleno, la formación naranja ha solicitado el compromiso verbal para garantizar la entrada del Proyecto de Ley de la Oficina de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción del ejecutivo autonómico. "Para Ciudadanos, esta institución constituirá una pieza fundamental en el proyecto de construcción de Castilla y León", ha asegurado.

En relación a la normativa que prevé impulsar el Ejecutivo autonómico, Negrete ha destacado que "la corrupción se combate con políticas capaces de cortar cualquier expectativa de perversión", con especial hincapié en Castilla y León. "Quien desee disfrutar de lo ajeno e irse de rositas, no tendrá hueco".

Al respecto, ha señalado que la corrupción "es un tema de normas. Un tema de transparencia para que, independientemente de quien gobierne no se pueda sustraer del dinero público impunemente".Porque, ha concluido, "la corrupción no se combate con predicadores, sino con reformas públicas".