El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha valorado tras la reunión del Consejo de Gobierno, la intervención ayer en las Cortes del Procurador del Común, Tomás Quintana, quien aseguró  en la presentación del informe del año 2020, que al inicio de la pandemia del COVID-19 se llegaron a limitar las derivaciones de pacientes desde los centros residenciales de mayores a los hospitales debido al "colapso" del sistema, lo que provocó que asumieran “unas tareas para las que seguramente no estaban preparadas por falta de personal y de medios de protección”.

"Es la opinión de una persona, y voy a mantener el respeto institucional que me merece", ha zanjado el también portavoz de la Junta, quien se ha remitido directamente a "los datos: 1.812 fallecieron en el hospital, y 1.145 en las residencias", a la vez que ha recordado que se han enviado a la Fiscalía los expedientes de todas y cada una de las residencias, "se han abierto y cerrado procedimientos, alguno por nuestra parte incluso, y todos han sido sobreseídos". "Me sorprende que se base en un comentario de un comentario en un informe tan serio como el del Procurador del Común", ha señalado, e insta a argumentar con datos concretos tales afirmaciones, ya que "lanzar una acusación así tiene un nombre que no voy a decir". De hecho, asegura que está "deseando" acudir a la comisión de investigación de las residencias en las Cortes y "aclarar todo lo sucedido".

Igea ha ironizado con que hoy mismo se haya publicado la negativa del Ministerio de Sanidad a publicar las actas de los consejos interterritoriales pero, sin embargo, "donde hay que investigar es en esta comunidad, donde se publican todas las actas e informes, allá donde todo se ha  hecho público".

Además, señala que las mismas personas que apoyan esta comisión en Castilla y León no lo hacen en otras comunidades con tasas de mortalidad aún más altas. "Sí, es urgente una comisión de investigación sobre lo sucedido, que ha sucedido en todo España. Es importante aprender de los errores, pero aprender de los errores no es utilizar el dolor de las familias como instrumento político. Es bastante desagradable ver la manera que tienen algunas personas de entender la política", subraya, a la vez que denuncia que "la utilización sectaria y partidista es lo más deleznable, rastrero y vomitivo que he visto".