El conocido por nombre, pero no por cara, Teodoro Matilla fallece en Salamanca a los 78 años de edad, tras no poder vencer a una larga enfermedad. Se puede decir que Teodoro Matilla, el creador de la Casa Matilla -Toño y Jorge Matilla, son sus hijos que siguen el camino del padre- ha sido uno de los hombres con mayor poder en el mundo de los toros. Veedor, apoderado, empresario y ganadero, por sus manos pasaba la inmensa mayoría de los astados que se lidiaban en las plazas españolas y francesas.

Además, durante muchos años, como su padre, fue la mano derecha de la Casa Bañalá -dueños de la Monumental de Barcelona-, además de ser socio con otras diversas empresas para confeccionar las más importantes ferias de España. Además, la Casa Matilla es la propietaria del hierro Hermanos García Jiménez.

Cuando comenzó su camino en solitario, además de dirigir las plazas de Balañá, todavía hoy sus hijos siguen llevándolas, gestionó otros cosos como Arles, en Francia. También apoderó a toreros Víctor Mendes, El Soro y finalmente Miguel Báez “Litri”. Con el Viti, era quien le hacía el campo en labores de veedor en la época de Balañá (1975/79). Todo ello le dio poder para ser uno de los taurinos más influyentes del momento, algo que llevó con discreción, siempre trabajando en la sombra y poco amigo de las apariciones públicas, método de trabajo cuya estela siguen fielmente ahora sus hijos.