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Entrevista | Clara Luquero: "Existe un sentimiento de abandono entre la ciudadanía segoviana por parte del Gobierno regional"

7 marzo, 2021 09:00

Clara Luquero (PSOE) (1957, Santiuste de San Juan Bautista, Segovia) es la alcaldesa de Segovia, una ciudad turística, culta y Patrimonio de la Humanidad, que ha visto cómo se derrumbaba gran parte de su economía, muy dependiente del turismo nacional, principalmente de Madrid, e internacional. "Son muchos los sectores y muchas las actividades afectadas y muy duramente", asegura la regidora segoviana a Noticiascyl.


Al margen de la pandemia, Luquero no esconde que le "duele especialmente que el duro golpe" dado a la ciudad de no acoger el Centro Logístico del Ejército de Tierra, que irá a Córdoba, lo dé un Gobierno de "tu mismo signo político". La alcaldesa considera que "ha fallado la información, la comunicación y la transparencia en el proceso de designación de la sede" y se queja ante la ministra de Defensa, Margarita Robles. Luquero, que calificó como "bombazo" la designación de Córdoba como sede de la futura Plataforma Logística del Ejército de Tierra, quiere mantener cuanto antes una reunión directa con la ministra Margarita Robles para que le ofrezca explicaciones.

P.- Alcaldesa, vaya año que nos ha tocado vivir y sufrir.

R.- Pues sí, es un año que si nos lo hubieran contado antes habríamos mostrado total incredulidad. Es como una película de ciencia ficción, de las inverosímiles y de las malas. Ha sido un año durísimo.

P.- ¿Qué medidas ha aprobado el Ayuntamiento ante esta crisis económica y sanitaria?

R.- En primer lugar, hay que centrarse en cómo fueron esos primeros días marcados totalmente por la incertidumbre, desde que se declaró el estado de alarma, desde que llegan indicaciones y órdenes del Gobierno de España y, a continuación, del Gobierno regional. Recuerdo haber suspendido el transporte público por indicaciones del Gobierno de la Comunidad Autónoma y, al día siguiente, tener que reanudarlo en un porcentaje por indicaciones del Gobierno central. Tuvimos que estar pendientes de la aplicación de todos las criterios y de las prescripciones de las autoridades sanitarias que afectaban a los servicios municipales. Por hablar ya de medidas más concretas, en la primera etapa tuvimos hasta el transporte y el servicio de la hora gratuitos, para facilitar a los trabajadores de los servicios esenciales los desplazamientos. 

Una de las primeras medidas que se tomaron fue la puesta en marcha de un servicio para llevar comida y medicamentos a domicilio, porque aunque había movimientos solidarios, nos parecía que había que dar la garantía de la institución, sobre todo para las personas mayores, con dificultades de movilidad y grupos de riesgo. Había personas mayores que estaban en sus casas aisladas. Pusimos en marcha un servicio de atención psicológica vía telefónica porque a mí me constaba que había personas mayores muy aisladas que estaban siguiendo lo que sucedía a través de los medios de comunicación. Y claro, los mensajes no podían ser más negativos, porque esa era la realidad. No hacían más que ver noticias sobre fallecimientos de personas mayores. Estaban preocupados y asustados y muy tristes. Entonces nos pareció muy oportuno crear un servicio de apoyo y asistencia psicológica con profesionales y vía telemática. Tomamos medidas también de carácter social y económico, como acercar a los escolares que no tenían colegio, medios electrónicos para que pudieran seguir los procesos educativos desde sus hogares. También una tarjeta para las becas de comedor para los alumnos que disponían de ella cuando se estaba desarrollando la jornada lectiva con normalidad, para que pudieran tener alimentos en sus domicilios.

Tomamos decisiones de bonificar las tasas de basuras, por ejemplo, hasta en un 90 por ciento para todos los establecimientos que no podían desarrollar su actividad. Suprimimos la tasa de ocupación de vía pública por terrazas para todo el año. En fin, se han tomado medidas un poquito más avanzada la pandemia relacionadas con el apoyo y el estímulo al consumo, pensando en el comercio local. También beneficios fiscales relacionados con la implementación de líneas de subvención al tejido económico, por ejemplo a la hostelería. Y finalmente, se han tomado medidas de estímulo al consumo, como la campaña 'Son compras y mucho más', que se fundamenta en la entrega de vales a los ciudadanos. En el comercio local se han hecho dos campañas porque lo demandaban los establecimientos comerciales que estaban muy satisfechos de cómo había funcionado todo. Y el ciudadano también, porque era una manera de pensar en ese pequeño comercio. 

Hemos tomado medidas buscando socios, por ejemplo, con la Federación Empresarial Segoviana, con quien hemos implementado una plataforma de venta online para el pequeño comercio que tiene más dificultades para competir en un mercado global, hemos creado la plataforma, ayudado a participar y a vender sus productos, y a tener un escaparate globalizado. Resumiendo, el comercio nos ha preocupado de una manera extraordinaria, porque venía ya de una crisis estructural muy importante por el cambio en los hábitos de compra de la generación más joven. 

Se han tomado medidas de estímulo al consumo, como la campaña que hemos implementado de cara al comercio que se llama 'Son compras y mucho más'.

P.- El turismo y la gastronomía, dos de los ejes principales de la vida económica de la ciudad, y se supone que están en profunda crisis.

R.- Ahora mismo con un hundimiento del noventa y tantos por ciento. No hay turismo que resista a las restricciones, a la movilidad y a los cierres perimetrales. Eso es de sentido común. Nosotros pasamos de los tres mejores años de la historia del turismo en la ciudad, batiendo sucesivamente récords, acercándonos a los dos millones de visitantes año, a una catástrofe. En febrero de 2020, un mes en el que ya conocíamos situaciones graves a nivel internacional, en cuanto a los efectos de la pandemia y empezaba a haber casos en nuestro país, fue el mejor febrero de la historia del turismo en la ciudad. Y de ese mes pasamos al hundimiento total en marzo. Hubo una ligera recuperación en los meses de verano, entre las distintas oleadas de la pandemia, y volvió a caer. Además, en nuestro caso, se da la circunstancia de que la ciudad había trabajado especialmente en los últimos años para ir incrementando el porcentaje de turismo internacional y estábamos en un 46 por ciento. Hace unos años, Segovia tenía en torno al 18-20 por ciento de turistas extranjeros. Vamos a tardar en recuperarlo hasta que los ciudadanos del mundo adquieran confianza y seguridad, hasta que los procesos de vacunación se generalicen. Va a costar un tiempo.

Tenemos la confianza en ir recuperando el mercado interior, el turismo nacional, que sería como un poco más del 50 por ciento. En nuestro caso, esto nos llevaría a un millón de visitantes si todo sale bien. Las campañas de promoción están todas planteadas en ese sentido. Segovia trabaja muchísimo en red al ser una ciudad muy pequeña, pero estamos vinculados a la élite de los destinos de turismo cultural, como son las ciudades Patrimonio de la Humanidad. Lo primero que hicimos fue elaborar un plan de choque y un plan de reactivación del turismo. Pero el sector cultural, y esta es una ciudad de identidad cultural, está también muy tocado. Hemos adaptado las programaciones culturales aplicando las medidas de seguridad a la situación de la pandemia. Ofrecer una programación, cuando se pudo en torno al verano, con un criterio de dispersión por todos los barrios. El objetivo primero era el apoyo a nuestro tejido cultural, es decir, no sólo a los creadores, a los artistas, sino a los autónomos y a las pequeñas empresas que viven de la cultura en la ciudad. Pero de manera transversal se estaba también apoyando el consumo en el comercio y en hostelería de barrio, porque estábamos llevando actuaciones a las terrazas de todos los barrios de la ciudad, pasacalles por las zonas comerciales. Intentamos darle un poco de positividad, de ánimo, de elevar un poco la moral a través de la cultura a una ciudadanía que ya venía de sufrir la primera oleada y un duro confinamiento. Nada mejor que la cultura para hacernos respirar mundo. Organizamos quinientas y pico actuaciones en esos meses con este concepto. Hemos hecho un esfuerzo de adaptarnos muy importante.

Pasamos de los tres mejores años de la historia del turismo en la ciudad, batiendo récords, acercándonos a los dos millones de visitantes año, a una catástrofe.

P.- Madrid, tan necesario para la vida económica de la ciudad, con sus pros y sus contras.

R.- Madrid supone prácticamente todo desde el punto de vista económico. La interrelación de Segovia con Madrid ha sido muy intensa y muy positiva siempre, y hay que reconocerlo. Pero en estos momentos de pandemia, cuando Madrid tenía datos muy negativos, y no era el caso de Segovia, esa conectividad, esa interconexión con Madrid sumada a un tema fundamental, que es la insuficiencia de las infraestructuras sanitarias en esta tierra, nos llevó a tener una de las mayores incidencias de contagios de España en la primera oleada. Hemos estado un poco mejor en la segunda y en la tercera. Pero hemos vuelto a tener la incidencia más alta de la Comunidad y una situación muy dura también. Esa interconexión con Madrid nos ha perjudicado.

Pensemos que muchos de nuestros universitarios estudian en las facultades madrileñas, que hay muchas personas que viven en Segovia por elección, a lo mejor resulta muy raro que lo diga la alcaldesa, pero en calidad de vida somos, si me permiten la expresión, una primera potencia mundial. Segovia es una ciudad bellísima, muy de la dimensión humana, donde la belleza te sale a buscar en cada esquina. Con una actividad cultural con un ratio de los más elevados de nuestro país. Muy segura, muy tranquila. Es una ciudad que lo tiene todo para vivir agusto, para vivir feliz, para tener una vida activa y plena. Por ello, hay gente que elige vivir en Segovia, pero se desplaza cada día con el tren de alta velocidad a trabajar a Madrid. Pensemos que estamos a 25 minutos de la capital de España. Y luego hay otra tercera conexión muy importante, que son las familias que tienen su segunda residencia en Segovia o en municipios de la provincia.


P.- ¿Cómo ve la situación económica de la ciudad en este momento?

R.- Muy difícil, porque hay que pensar que cuando la economía está muy fundamentada en el turismo, que es el sector más tocado por la crisis, se ve más afectada. Veníamos trabajando desde el Ayuntamiento en nuestra planificación estratégica y de innovación, en el sentido de apostar por las nuevas economías. Por todo lo que tiene que ver con la digitalización, con la innovación tecnológica. Porque es un motor de desarrollo seguro para el futuro y un generador de oportunidades laborales y de empleo de calidad. En una palabra, estábamos trabajando, pero no ha dado tiempo a cuajar. Estamos con el proyecto del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial, con el edificio que va a acoger este proyecto concluido. Ahora está pendiente de recepción. A ello se sumaba que el turismo iba como la seda, ya que es nuestro principal sector económico. Estábamos intentando diversificar nuestra economía, pero la crisis originada por la pandemia de Covid-19 nos ha roto todos los esquemas.

P.- ¿Estima correctas las medidas de la Junta de Castilla y León frente a la pandemia?

R.- Lo que ha hecho este Ayuntamiento y lo que ha hecho esta alcaldesa es actuar con total lealtad y cooperando con el resto de las administraciones, en este caso con la Administración que tiene las competencias en materia sanitaria, porque hay muchas formas de entender la acción y la actividad política. Pero esta alcaldesa la entiende desde la ética. Ya sé que es poco común. Desde un planteamiento ético, en un momento tan difícil y tan duro, no se podía dar más que un mensaje firme hacia la ciudadanía de que todos estábamos trabajando para intentar paliar las consecuencias de la crisis, haciendo lo mejor que podíamos, aunque estuviéramos todos desbordados. Hombro con hombro, trabajando todos juntos. Y eso ha sido lo que ha hecho este Ayuntamiento, respetar y hacer cumplir a rajatabla las prescripciones de las autoridades sanitarias, aunque a veces nos vuelvan locos. Hay, como últimamente, discrepancias que duelen porque tenemos autónomos y pequeñas empresas que están en arenas movedizas, a punto de perder sus negocios, y no se puede permitir que no haya un mensaje claro y contundente desde el Gobierno regional. Que se diga A y luego B no se puede aceptar, porque eso desalienta mucho a las personas , a empresarios y autónomos. Y su trabajo, fundamentado en el sector hostelero y el comercio, está sufriendo mucho y no se puede improvisar. Si la hostelería va a abrir mañana lo tienen que saber con un poco de antelación, porque tienen que sacar a sus empleados del ERTE, porque tienen que proveerse de materia prima, que son productos perecederos. Entonces, lo que yo sí que pido es que haya un mensaje claro y unívoco por parte de la Administración regional, que no se diga ahora A y luego B, porque eso todavía desconcierta más y hunde más a personas que lo están pasando francamente mal.

Lo digo así de claro, por mucho que haga un ayuntamiento de una ciudad del 52.000 habitantes, que está haciendo todo lo que puede asumiendo unos sobrecostes de los servicios que prestamos porque es nuestra competencia. Mire, pongo un ejemplo, hemos pasado con el servicio de transporte urbano de 12.000 viajes diarios, a no llegar a 300 en el mes de marzo y ofreciendo el transporte gratuito. Nos hemos recuperado casi hasta los 8.000 en octubre y noviembre. El déficit en la explotación lo tiene que afrontar el Ayuntamiento. Todo el sobreesfuerzo de limpieza y desinfección de espacios y de colegios públicos es un dineral lo que le cuesta al Ayuntamiento. Los ayuntamientos, que tienen ya dificultades para hacer algo más que no sea mantener la calidad de los servicios públicos propios, hemos tenido que afrontar todas las consecuencias y los sobrecostes derivados de la pandemia. Estamos, además, haciendo todo lo que podemos para apoyar al tejido económico afectado. Y pongo otro ejemplo. El Ayuntamiento ha movilizado en torno a 600.000 euros de nuestros recursos en apoyo al comercio. Hemos recibido de la Junta de Castilla y León en los últimos días del año, que se ha tenido que incorporar como remanentes, 140.000 euros. La proporción debería ser al revés, como mínimo. Y más si tenemos en cuenta que las competencias en materia de empleo y desarrollo económico son del Gobierno regional. Quiero decir con esto que, aunque nos volquemos los ayuntamientos para salvar a todo el tejido productivo, no lo vamos a lograr si no se implica la Junta de Castilla y León. El Gobierno regional toma medidas restrictivas, que seguramente no haya más remedio que tomar, y ya he dicho, la actitud del gobierno municipal ha sido respetarlas y hacerlas cumplir, pero consecuentemente y a continuación, la Junta debería de haber tomado medidas movilizando recursos económicos, medidas de apoyo directo a los sectores más perjudicados. Esa es la coherencia en política. Y no lo ha hecho.

La Junta, con las medidas restrictivas, debió movilizar recursos económicos de apoyo directo a los sectores más perjudicados. Esa es la coherencia en política

P.- ¿Y de la despoblación que me dice?

R.- Pues le voy a decir otra cosa. Empezábamos el 2020 de una manera muy esperanzadora porque, por primera vez, Segovia aumentaba población después de una década perdiendo habitantes. Los datos del censo correspondientes al año 2019 nos informaban de que habíamos crecido en más de quinientas personas. Teníamos datos, como ya le he explicado, muy esperanzadores en todos los sentidos que los truncó la crisis sanitaria y la deriva económica y social que ha seguido a la crisis sanitaria. 

El despoblamiento es un mal endémico de esta tierra que hace que perdamos todo el talento joven, que tengamos una generación de jóvenes muy bien formados que se ven obligados a marcharse de su tierra, de Segovia y de toda Castilla y León a otras comunidades, en busca de oportunidades, en busca de poder desarrollar un proyecto laboral y vital. Los datos nos dicen que nuestra Comunidad, desde el punto de vista educacional y la formación, es buena. Estamos dejando escapar al tesoro más valioso que es el talento que tiene esta tierra. Los jóvenes mejor formados se ven obligados a marcharse. Eso es verdaderamente triste y es nefasto, también anti económico. Aparte de lo que tiene de doloroso para cualquiera que quiera desarrollar su vida y sus expectativas profesionales en su tierra, aparte de lo doloroso que tiene verse obligado a ese exilio forzoso. Estamos formando a jóvenes muy bien preparados y luego los estamos dejando ser productivos en otros territorios.

P.- ¿Qué supone el AVE para el desarrollo de la ciudad de Segovia?

R.- El AVE ha supuesto una mejor comunicación. Nos pone a 25 minutos de la capital de España y ha frenado el proceso de despoblamiento. Por eso decía antes que hay muchas personas que han elegido vivir en Segovia y, sin embargo, se desplazan cada día con las facilidades que da el tren de alta velocidad, a trabajar a Madrid y regresan a sus casas en Segovia. 

Existe un sentimiento de abandono entre la ciudadanía segoviana por parte del Gobierno regional, y esto se ha forjado tras años de promesas incumplidas.

P.- Finalmente, la Sanidad, ese tema tan de actualidad en estos momentos y, sobre todo, en Segovia con sus reivindicaciones. ¿Cuál es la situación?

R.- Primero hay que preguntarse con qué recursos sanitarios, con qué infraestructuras, con qué medios afrontó Segovia el inicio de esta crisis sanitaria. Pues con una UCI de diez camas. Esto lo resume todo, por debajo de todas las recomendaciones y de todas las ratios. Después nos hemos visto obligados a hacer un proceso de extensión de UCIs como se ha podido. Tras la primera ola se hicieron unas pequeñas obras en el Hospital General para ampliar ese número, pero sigue siendo insuficiente. De hecho, la demanda de la ciudad desde hace mucho tiempo es la segunda dotación hospitalaria o una ampliación considerable del actual hospital. Eso es lo que hemos reclamado a la Junta de Castilla y León en sucesivas ocasiones. En la última reunión que tuve con el presidente de la Junta y en las conversaciones con la consejera, esta es nuestra reclamación constante y estamos a disposición para cooperar en lo que haga falta, con el objetivo de que Segovia cuente con esa segunda infraestructura hospitalaria tan necesaria cuanto antes. Estamos en una situación de inferioridad en relación con otros territorios de nuestra Comunidad, y existe un sentimiento entre la población de Segovia de abandono por parte del Gobierno regional, porque llevamos esperando más de 15 años una solución.

El Centro de salud de Nueva Segovia, el barrio más poblado de la ciudad, ha sido comprometido sucesivamente por diferentes consejeros de Sanidad. Ha estado siempre en el plan de infraestructuras prioritarias del Gobierno regional. Pero no vemos hechos. Lo mismo pasa con las infraestructuras educativas. Llevamos esperando un instituto para el que el Ayuntamiento donó el suelo en 2011, que nos costó casi siete millones de euros para una competencia que no es nuestra, para ponerla en manos de la Junta, y han empezado la obra, pero va despacio. Ahora mismo hay una restricción del contrato y va a estar paralizada casi un año. En cuanto a infraestructuras, por ejemplo, deportivas, igual que se ha hecho con otras ciudades, en el caso de Segovia no ha sido así. Hay un sentimiento de abandono entre la ciudadanía segoviana por parte del Gobierno regional y esto se ha forjado tras años de promesas incumplidas.