Los hosteleros de la Comunidad están convirtiendo a Mañueco e Igea en el blanco de todas sus críticas ante una complicada extremadamente complicada para el sector.  Incluso en Segovia han llegado a considerar persona ‘non grata’ al presidente de la Junta de Castilla y Leon y han exigido su dimisión por poner el foco de los contagios en la hostelería.

Hoy, el vicepresidente, Francisco Igea, ha reconocido estar “cansado” de ser el centro de todas las críticas, pero “no me puedo permitir cambiar de actitud y relajar nuestro trabajo, es lo que nos toca y seguiremos hasta que esto se acabe”, asegura. Por encima de todo, está “cumplir con tu obligación”, ha subrayado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Sin embargo, asegura que “no estamos aquí para ser agradables y simpáticos, no me he presentado a míster España”.  También ha expuesto que cumple con su “obligación de proteger la vida y la salud de los ciudadanos”, pero asimismo deben ayudar a un sector que “lo está pasando muy mal". Por ello, "nada de lo que me diga nadie de la hostelería me lo puedo tomar nada más que como la reacción lógica humana y comprensible de unas personas que están viendo como esta en peligro el futuro de sus familias", ha incidido.

En esa línea, ha apuntado que no entiende la política como un “concurso de popularidad”, mientras que “sí que hay gente en Castilla y León que está intentando ganarlo siempre”. Por el contrario, el vicepresidente entiende la política como un “ejercicio de responsabilidad y servicio a los demás” y así se tomarán decisiones que no entienden los sectores, pero encaja las críticas con “toda la humildad y empatía”.