“El descenso de pacientes COVID en planta está siendo notable pero las unidades de críticos continúan con una elevada presión asistencial, lo que va a ser el elemento clave que condicione de manera importante la desescalada ya que este es el gran medidor de la gravedad de la enfermedad”, ha asegurado Verónica Casado.

La consejera de Sanidad ha afirmado que hay 1.406 personas hospitalizadas en los centros de Castilla y León, 1.170 en planta y 286 en las UCI, y ha asegurado que los centros hospitalarios van recuperando poco a poco la actividad programada.

Casado ha apuntado que la estancia media en las UCI por parte de los pacientes de la región es de 24,4 días pero que alguno, en concreto el 10%, llega a estar hasta 40 días.

“Atendiendo al ritmo de altas en unidades de críticos de la segunda ola. El 20 de noviembre teníamos 248 pacientes en críticos. Los datos descienden hasta el 8 de enero y cambia tendencia. Estimamos que, a finales de marzo, todavía tendríamos en torno a 160 pacientes COVID en las unidades de críticos”, ha asegurado Casado.

La consejera ha apuntado que esta estimación “puede verse modificada” si “padecemos una cuarta ola que se asemeje a la tercera en cuanto al incremento de contagios y la letalidad”, ha informado y ha apuntado a “la prudencia” para evitar una nueva ola.