Tras la presentación de alegaciones por el adelanto del toque de queda a las 20 horas y a la espera de la decisión del Tribunal Supremo, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se ha mostrado convencido de que, aunque se enfrentara a un varapalo judicial, “no dudaría en ningún momento” en volver a hacerlo, tal y como ha aseverado.

Preguntado por si ha merecido la pena tomar esta decisión, en caso de que el Supremo tumbe esta medida, el presidente de la Junta ha afirmado con rotundidad que “salvar vidas siempre merece la pena, que proteger la salud siempre merece la pena, que proteger el sistema público hospitalario de Castilla y León siempre merece la pena, que estar al lado de las personas que están en primera línea protegiendo a los hombres y mujeres de Castilla y León y hacer el menor daño posible a la economía siempre merece la pena”, como ha incidido.

Mañueco se ha mostrado convencido de que el TS dará la razón al Gobierno regional, pero si así no fuera, cumpliría de inmediato la resolución judicial. Además, ha insistido en que merece la pena “arriesgarse y tomar decisiones” por Castilla y León.  Como ha explicado en su intervención, la Junta de Castilla y León cree que esta medida está avalada por razones sanitarias y epidemiológicas, sociales y jurídicas.

Aludiendo a los datos epidemiológicos, el presidente considera la medida "eficaz y útil", ya que la incidencia acumulada a 7 dias ha caído un 9% desde el 16 de enero cuando entró en vigor el toque de queda a las 20 horas y la tasa de crecimiento intersemanal ha pasado de un 147% cuando se implantó a bajar un 11%.