Castilla y León implantará este sábado el toque de queda, desde las 22:00 hasta las 6:00 horas de la mañana, una medida drástica que pretende restringir la movilidad nocturna, salvo para las actividades esenciales, y frenar así la propagación del Covid en la Comunidad. 

Esta mañana, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se reunía con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y ya avanzaba la implantación de esta restricción para el fin de semana, a la espera del análisis de los responsables jurídicos del Gobierno regional para establecer el horario más conveniente. "Nosotros no podemos esperar, y vamos a articular una respuesta jurídica necesaria e impresindible para que entre en vigor lo antes posible", aseguraba Mañueco esta mañana ante los medios. 

Esta tarde, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha confirmado en una entrevista el toque de queda en la Comunidad desde las 22 horas hasta las 6 horas de la mañana, donde también ha reconocido que es una medida "dura y desagradable", pero que es el momento de "tomar decisiones y no de "no perder el tiempo".

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Igea ha señalado que no tendría sentido un toque de queda más tardío, sobre las 00 horas, puesto que se pretenden evitar desplazamientos de gente por la noche, sobre todo de aquellas personas que se reúnen en domicilios y colegios mayores saltándose las medidas y poniendo en peligro la seguridad de todos.

Asimismo, ha reiterado que se suspenderá el confinamiento perimetral en los municipios de Castilla y León, ya que es "suficiente" con el toque de queda". 

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