La situación de León es difícil. El coronavirus ha atacado con crueldad a la provincia y la capital, que se mantiene confinada y apenas sin lograr descender su incidencia, y los contagios y lo derivado de ello ha aumentado considerablemente. 

No en vano, según los datos que ofrece la Junta de Castilla y León, el hospital de León es el que más está sufriendo de toda la comunidad en esta segunda ola. De hecho, en medio mes de octubre ha registrado 56 fallecidos, lo mismo que todos los hospitales Valladolid y el doble que Salamanca, que también están sufriendo en esta segunda ola y son ciudades más grandes. 

Comparando este mes con otros, de hecho, se ve que 16 días de octubre han servido para alcanzar en mortalidad a todo mayo, cuando el país estaba todavía en estado de alarma y Castilla y León se encaminaba a una desescalada tardía en comparación con otros territorios. 

A estos números, además, hay que sumar los del hospital del Bierzo, muy lejos de los leoneses. Apenas tres personas han fallecido en lo que va de octubre en lo que, sin embargo, suponen más que los meses anteriores. Solo hubo uno por mes en septiembre, agosto y julio y ninguno en junio. En mayo fueron cinco, en abril, 58, y en marzo, nueve. 

En el caso del hospital de León, los 56 de octubre suponen un gran salto con lo visto en septiembre. 15 fueron los fallecidos en todo septiembre, mientras que en agosto solo hubo uno por ninguno de julio. Dos hubo en junio, 56 en mayo, y en abril llegaron a los 202 y a los 91 de marzo. 

La muerte, evidentemente, es la última consecuencia del coronavirus y, como tal, llega más tarde que los contagios y los hospitalizados. Ello explica que, pese al cierre total en marzo, fuese abril el peor mes para luego rebajar la incidencia, y eso precisamente también debe preocupar ahora porque los contagios son solo el primer dato de otros que van sumando bastante tiempo después.