Castilla y León

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Sociedad

Titulados y expulsados

29 septiembre, 2020 16:21

“En la capital de León no se habla mucho de despoblación, pero sí de que la gente joven no tiene trabajo”, cuenta Patricia, una leonesa de 30 años que vive en el barrio de Sants, en Barcelona. Ella tenía 22 años cuando se fue de León, pero la idea venía de más lejos: “la primera vez que pensé en irme fue cuando terminé el bachillerato. Después de una temporada en Inglaterra decidí ir a Barcelona a estudiar arqueología, una carrera que en Castilla y León no existe, pese a que hay un patrimonio muy rico allí”.

La máxima de que España se despuebla no es nueva. Es el país con la mayor superficie despoblada del sur de Europa, además de ser uno de los más envejecidos del mundo. La preocupación -y despreocupación- por la España vacía, expresión que popularizó el periodista y escritor Sergio del Molino, tiene un largo recorrido. Sin embargo, la España vaciada ya no gira solamente en torno al éxodo rural; en los últimos años, la tendencia migratoria en Castilla y León se ha instalado en los jóvenes con estudios universitarios y procedentes de las ciudades capitales de provincia.

Tan solo de 2018 a 2019 emigraron de Castilla y León a otra comunidad española 32.758 personas, según los datos de variaciones residenciales del portal de Datos Abiertos de Castilla y León. Si bien este fenómeno no es exclusivo de esta región, es una de las comunidades con valores más negativos.

Zamora se desangra

Rodrigo es de Zamora, tiene 33 años y, al igual que Patricia, decidió emigrar a la ciudad de Barcelona. Asegura que en esta región es raro escuchar a la gente hablar sobre despoblación, más allá de las típicas frases de "cada vez hay menos niños" o "aquí sólo quedan viejos". Sin embargo, el goteo progresivo que expulsa a los residentes es alarmante en Zamora, donde tan solo el año pasado emigró el 1% de su población.

Las variaciones anuales de población muestran que, en 2019, seis de las nueve provincias de la comunidad perdieron residentes de forma pronunciada. En tan solo 20 años, han emigrado a otras autonomías más de medio millón de habitantes, casi una cuarta parte de su población total actual.

Los datos no especifican la edad; sin embargo, y como apunta el estudio Emigración y fuga de talento en Castilla y León de Miguel González-Leonardo y Antonio López-Gay, la peculiaridad de Castilla y León es que pierde jóvenes. “Actualmente los jóvenes castellanos y leoneses constituyen el colectivo más numeroso, en términos relativos y en comparación con el resto de comunidades autónomas españolas, de residentes fuera de su región de nacimiento.”

Una de las consecuencias más evidentes es el progresivo envejecimiento de la población en la región. Si bien Asturias es la comunidad autónoma más envejecida (edad media de 48,4 años), al desgranar por provincias se observa que Zamora es la región más longeva del país, con una edad de media que alcanza los 50,9 años. El contraste lo marca Melilla, cuya edad media es de 35,7.

La media de edad es un indicador que, en esta región de España, hace años que está dando señales de alarma. Otro indicador infalible es pasearse por las calles de cualquier municipio, incluso de ciudades como León. “La última vez que fui por León la vi en decadencia, con muchos comercios cerrados, gente muy mayor… Le falta vida”, lamenta Patricia.


Radiografía de la emigración

En enero de 2019 se publicó un estudio de la Asociación Profesional de Sociólogos de Castilla y León (Soycl) que concluía que dos de cada tres jóvenes de la región se planteaban emigrar de la comunidad para mejorar su futuro o sus condiciones laborales.

Los que se quedan y los que piensan en emigrar a otras regiones



El 65,1% de los menores de 25 años piensa en emigrar, una franja de edad vinculada con los estudios de FP o universitarios. De cada 20 jóvenes, 13 están pensando en moverse a otra comunidad o al extranjero.


Los resultados no fueron preocupantes solamente en los menores de 25: la mitad de los jóvenes de entre 26 y 35 años pensaban en emigrar, a otra región de España o bien al extranjero.

Según la investigación de González-Leonardo y López-Gay, las grandes ciudades de España, Madrid y Barcelona, absorben a quienes en sus lugares de origen no hallaron condiciones laborales acordes a su formación. Actualmente los jóvenes castellanos y leoneses constituyen el colectivo más numeroso, en términos relativos y en comparación con el resto de comunidades autónomas españolas, de residentes fuera de su región de nacimiento. [1]

¿Por qué? “La respuesta obvia es trabajo, pero creo que es algo que va más allá de las carencias laborales. A los castellanos y leoneses se nos ha educado para ser conformistas y conservadores, y si un joven es diferente, tiene ambición o curiosidad, la buscará fuera de forma natural”, responde Rodrigo.

Comunidad de Madrid se consolida como la principal receptora del talento español, que aglutina el 38,7% de los movimientos migratorios interregionales de los jóvenes nacionales, y cuyos flujos de entrada presentan un alto nivel formativo, con un 64,8% de titulados universitarios. La siguen el País Vasco, Andalucía y Cataluña. Respecto a las emigraciones fuera de las fronteras españolas, según los datos del portal de Datos Abiertos de Castilla y León, entre 2018 y 2019 se desplazaron 9.830 personas; hacia Madrid, 9.633.

En cada provincia los números cambian. Sin embargo, el patrón es muy parecido. Se han seleccionado seis de las nueve provincias para visualizar las variaciones residenciales: las tres con más oferta universitaria (Valladolid, Salamanca y León) y otras tres con menos (Zamora, Soria, Ávila).

En busca de un trabajo cualificado

Según los datos censales que ofrece el estudio, Castilla y León tiene un nivel educativo bastante alto en comparación al conjunto nacional y se encuentra a la cabeza de la exportación de titulados universitarios hacia el resto de España. Tan solo el 36,7% de los nativos de otras comunidades autónomas que residen en la región tienen titulación universitaria, frente al 53,8% de los locales que han emigrado hacia otras partes de la geografía española.

El perfil educativo y profesional también ha variado notablemente. “El aumento del nivel educativo entre el colectivo emigrado no es solo el resultado de la expansión educativa, sino que el desajuste entre el nivel educativo y el tejido productivo regional”, señalan los autores.

La oferta educativa universitaria de Castilla y León es una de las más numerosas de España, solo superada por Cataluña, Madrid y Andalucía. El precio público del crédito de máxima experimentalidad en la primera matrícula es el segundo más alto del país (30,3 euros). El precio público del crédito matriculado por primera vez en titulaciones de máster, asimismo, es uno de los más elevados (32,8 euros). “Al haber estudiado una carrera en la universidad de Salamanca y otra en la Autónoma de Barcelona puedo comparar ambas y, a pesar de la diferencia en los rankings internacionales, el nivel es parecido: buena calidad del profesorado, poca preparación al mundo laboral”, apunta Rodrigo.

Pese a la gran oferta educativa y a un precio considerablemente exigente, la comunidad es incapaz de absorber los titulados. Patrícia puntualiza que “la hostelería, el transporte, la biomedicina y el turismo tienen trabajo, pero el resto de sectores no. De hecho, hay algunos que son inexistentes como mi campo, la arqueología”.



Además, Castilla y León sostiene el precio de la tutela académica de doctorado más alto: 422 euros en 2018.  La tasa neta de escolarización en Educación Universitaria, que mide el porcentaje de población entre 18 y 24 años que está matriculado en estudios de Grado o Máster, se sitúa en el curso 2017-2018 en un 32,1%. Las mayores tasas de escolarización en el curso 2017-2018 se dan en la Comunidad de Madrid y en Castilla y León con tasas de 48,6% y 40,1% respectivamente.

Asimismo, la tasa de abandono de Grado de Castilla y León es la más baja de España, con un 19,6%. La más alta es Canarias, con un 38,8%. *tasa cohorte 2012-2013. 

Así, mientras el nivel formativo y académico se mantiene alto y el tejido laboral castellano y leonés expulsa a los jóvenes bien preparados, la comunidad se convierte en un lugar de crecimiento y, en muchos casos, de paso. Sigue ‘el elefante en la habitación’, pero nadie se atreve a encarar el problema. “La población castellana y leonesa debe primero darse cuenta de que el problema es real y propio, segundo exigir con contundencia a las autoridades soluciones y sobre todo participar activamente en el proceso”, concluye Rodrigo.

[1] Emigración y fuga de talento en Castilla y León, Miguel González-Leonardo y Antonio López-Gay (2019), pág. 2

Bibliografía:

-Portal de Datos Abiertos de Castilla y León – Población total por edades y sexo; emigraciones al extranjero; Datos básicos - variaciones residenciales

-Instituto Nacional de Estadística - Variaciones residenciales anuales por provincias 2018-2019

-Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. “Datos y Cifras del Sistema Universitario Español. Publicación 2017-2018”.

-GONZÁLEZ-LEONARDO, Miguel; LÓPEZ-GAY, Antonio; El nuevo paradigma de las migra­ciones internas en España: mayor movilidad y cualificación. El caso de Castilla y León, Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Barcelona: Universitat de Barcelona, 1 de marzo de 2019, vol. XXIII, nº 609. [ISSN: 1138-97]

- GONZÁLEZ-LEONARDO, Miguel; LÓPEZ-GAY, Antonio; RECAÑO, Joaquín; “Descapitalización educativa y segunda oleada de despoblación” (2019). Perspectives Demogràfiques, 16: 1-4.

- https://www.eldiario.es/castilla-y-leon/sociedad/estudio-pueblos-castilla-leon-habitantes_1_1318099.html