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El hijo pródigo, encantado de volver a casa

17 septiembre, 2020 16:59

El Real Valladolid Baloncesto ya entrena con todos sus efectivos a disposición del técnico de Hugo López. En plena segunda semana de trabajo y tras superar los pertinentes reconocimientos médicos, los estadounidenses Antoine Mason y Reed Timmer se han incorporado a la disciplina vallisoletana.

Con todas las piezas dispuestas, y durante las próximas semanas de pretemporada, el objetivo del Real Valladolid Baloncesto es claro: formar un equipo y asimilar conceptos de cara al estreno liguero, fijado para el fin de semana del 17 y 18 de octubre. Y en esa línea, el papel de los capitanes y del veterano Nacho Martín será capital. El jugador vallisoletano, “encantado de volver a casa”, tal y como él mismo reconoce, se sincera acerca de sus sensaciones en estas primeras semanas de trabajo y habla de cómo progresa el equipo durante la actual pretemporada.

“Veo que estamos arrancando, que todavía quedan muchas horas de entrenamiento y jugar los amistosos, que es donde se ve realmente el nivel que podemos tener”, admitió Nacho Martín después de una exigente sesión de entrenamiento. “También nos falta encajar las piezas, estamos yendo paso a paso en la buena dirección, aunque aún nos queda mucho”, apostilló el ala-pívot.

Vallisoletano de nacimiento, Nacho Martín se ha erigido durante los últimos años como un icono baloncestístico de la ciudad y esta temporada, después de un largo periplo, finalmente jugará en casa, hecho que le arranca una sonrisa cuando se sincera al respecto. “Estoy muy a gusto porque ya conozco todo. Cuando llegas a un nuevo club te tienes que adaptar a muchas cosas: la casa, el barrio, el pabellón, la afición… todo; y yo tengo la suerte de conocer la ciudad”, explicó el jugador. “Tenía ganas de vivir sensaciones que no sentía desde que me fui. Estoy encantado de volver”, admitió felizmente.

Por si fuera poco, en el vestuario del Real Valladolid Baloncesto formará un tridente icónico en la ciudad, ya que compartirá equipo con dos de sus grandes amigos: Sergio de la Fuente y Daniel Astilleros. “Hemos jugado muchos torneos de verano, juntos y en contra, y es algo que se agradece. Junto con Greg, que también es de aquí prácticamente, nuestra tarea es trasladar ese buen rollo al resto y hacer que se sientan igual. Desde el primer día estamos involucrando a los demás y a su disposición para cualquier cosa”, explicó Nacho Martín.

A título personal, asimismo, Nacho Martín también está en proceso de adaptarse al baloncesto de Hugo López, proceso que también va por buen camino. “Para eso están la pretemporada y los entrenamientos, para acoplarnos y amoldarnos. Ahora estamos con las jugadas, pronto empezaremos a competir con los partidos amistosos y poco a poco nos iremos acoplando”, expresó el interior vallisoletano.

Por si fuera poco, la llegada del veterano e icónico Nacho Martín al Real Valladolid Baloncesto desató la alegría en la afición, quienes ven como uno de los jugadores históricos de la ciudad regresa para ser uno de los referentes del proyecto. Y esta felicidad es recíproca. “Cuando se hizo oficial mi fichaje, el teléfono no dejó de sonar. Todo el mundo me dio un recibimiento muy cálido, y eso es una buena señal. Tengo muchas ganas de ver a la afición y de que ellos me vean a mí para agradecerles esta bienvenida. Ojalá pueda hacerlo en persona porque guardo muy buenos recuerdos de todos ellos”, se sinceró el ala-pívot.

Por último, y bajo el escudo y los colores del Real Valladolid, el baloncesto vallisoletano avanza a una nueva dimensión, algo que también valoró Nacho Martín. “Es un proyecto ambicioso y va a crecer tanto la parcela del fútbol como la nuestra. Es una buena decisión y ahora vamos a tener más peso, espero que sea la primera piedra de un proyecto que ojalá sea muy grande en unos años”, cerró el hijo pródigo de la capital del Pisuerga, quien ha regresado a casa y está encantado de hacerlo.