Casi un centenar de zonas básicas de salud en Castilla y León arrojan tasas por encima de los cinco casos positivos por COVID-19 por cada 10.000 habitantes, más cerca del confinamiento al que han estado sometidas las localidades segovianas de Cantalejo y Carrascal del Río, o la casi Fase 1 que viven actualmente Salamanca y Valladolid.

Todos los ojos están puestos en ese mapa ofrecido por la Consejería de Sanidad, que cada día suma los contagios confirmados por PCR de los últimos siete días en cada zona básica de salud (que no siempre coinciden con la actualización diraria) y calcula la incidencia de la enfermedad en dichos territorios. Y cuando esa incidencia alcanza el temido 'nivel naranja', la Junta pide a la población que se “restrinja al máximo el contacto social, se evite reuniones de más de 10 personas y se limite al máximo la exposición en lugares cerrados”.

Este es el caso de la zona básica de Sanabria. El numeroso brote detectado en una residencia privada de El Puente de Sanabria ha elevado la incidencia total del territorio a 76,30 por cada 10.000 habitantes, lo cual la coloca como la zona de salud con mayor incidencia de toda Castilla y León. Y es que ni las zonas más afectadas de Valladolid o Salamanca suman tanta incidencia. Algo que se explica teniendo en cuenta que la zona básica de Sanabria aglutina apenas 6.160 habitantes, lo cual hace que la incidencia de las 47 PCRs que la Junta declara hoy en la zona eleven sobremanera su incidencia. Esto significa que sus 66 pueblos deben seguir las medidas santiadas establecidas, pero sin el riesgo de esta en zona de alta incidencia, para evitar el aumento de los casos positivos y una posible transmisión comunitaria.