Ante la polémica generada tras las declaraciones del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, por las “contradicciones” en las restricciones de los aforos, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha reconocido que las medidas de control de aforo “son muy exigentes” pero se ha decidido con el objetivo de restringir “al máximo” en contacto social para frenar la curva de crecimiento de contagios en Valladolid y Salamanca.  “Queremos frenarla antes de que se produzcan problemas en los hospitales y antes de llegar a una transmisión comunitaria con situaciones irremediables”.

Igea, quien ha reconocido que las medidas “no son populares”, ha argumentado que la razón para implantar tales restricciones de aforos en ambas ciudades se debe a que “no queremos que haya contacto social y queríamos que fueran entendidas de una manera simple”. El vicepresidente también ha reflexionado acerca de las críticas recibidas hace seis meses por “la lentitud en la toma de decisiones y ahora nos quejamos de que somos estrictos. Prefiero esto segundo”.

También Igea se ha referido a las críticas recibidas por la imposición de estas medidas, pero ha asegurado que “por debajo de la espuma y las declaraciones de alcaldes y actores de relevancia, por debajo está la gente. Y eso son los que nos ocupan”. “Nuestra obligación es tomar medidas contundentes para que se entendiera”, ha remarcado.