Agosto está siendo el mes de los brotes y la vuelta a empezar con el coronavirus. Después de que la pandemia azotara duramente a España durante el confinamiento del país, el octavo mes del año ha sido el de una segunda oleada de contagios que mantiene en vilo a diferentes localidades. 

No en vano, en Castilla y León, después de ser una de las comunidades más perjudicadas en un primer momento, agosto ha caído como una losa. Es cierto que, de momento, la situación no es tan trágica como lo fue en los meses más duros pero los hospitales empiezan a vivir escenas complicadas. 

Pese al descenso en la edad media de los contagiados y a que el verano puede llegar a ser menos perjudicial para los contagios al permanecer los castellanos y leoneses en la calle, donde el virus, según diversos estudios, tiende a dispersarse, los centros hospitalarios de las nueve provincias ya han acogido a más de 500 ingresados por Covid solo en planta, sin tener en cuenta los enfermos de UCI, que suelen llegar desde el propio hospital. 

Así, el hospital de Salamanca es el peor en este escenario. Solo en agosto, al que todavía le faltan tres días para finalizar, ya ha sumado 118 ingresos y acumula tres días por encima de la decena diaria. No en vano, desde el comienzo de mes casi a cuadriplicado su ocupación de enfermos de coronavirus, de 12 a los 44 actuales debido también a una gran cantidad de altas de estos ingresados. 

Los hospitales de Valladolid también suman muchos ingresos. El hospital Río Hortega acumula ya 58 mientras que el Clínico suma 57. Ambos se encuentran cerca de los 30 ingresados actuales y en el primero de los casos, los supera. Medina del Campo, por su parte, cuenta con ocho ingresos en agosto. 

En Burgos también se han disparado los ingresos, aunque por debajo de los anteriores. Pese a que Aranda de Duero fue confinada durante dos semanas, la provincia suma 83 ingresos en los diferentes hospitales. El de Burgos llega a 50, mientras que el Santos Reyes acumula 26. El hospital Santiago Apóstol, con siete, es el menos perjudicado.

Ávila, por su parte, está acusando duramente los brotes, especialmente el de la residencia de Candeleda, donde ya han fallecido dos usuarios. El hospital llega ya a los 48 ingresados, de los que 39 se han dado en la segunda quincena del mes, todavía sin finalizar. 

Soria y Segovia, mientras, acumulan 36 y 35 ingresados, respectivamente, lo que ha provocado que los atendidos se disparen hasta los 21 y 14 enfermos desde los dos y cuatro con los que arrancaron el año. 

Zamora, que durante el confinamiento fue una de las provincias que menos sufrió la pandemia, llega ya a los 27 ingresos en este mes y ha triplicado los atendidos en su hospital hasta los 14 actuales. Su UCI, además, acumula varios pacientes y este mismo viernes sufrió la dureza de una nueva muerte dos meses después. 

Hasta ahora, Palencia y León son los menos atacados en agosto. El hospital Río Carrión ha visto ingresar a 15 personas en lo que va de mes y solo cinco personas se encuentran ingresadas. Por su parte, en León, apenas 21 enfermos han ingresado entre los hospitales de la capital y del Bierzo y solo once personas se encuentran actualmente atendidas. 

Todos los datos son los ofrecidos por la propia Junta de Castilla y León, desde donde la responsable de Sanidad, Verónica Casado, pese a mostrar su preocupación por el cariz de los nuevos contagios, siempre en evolución, también ha comentado en varias ocasiones que parte de estos ingresados lo hacen por otras patologías inicialmente, aunque en la prueba pertinente resultan ser positivos en coronavirus. Sin embargo, en los últimos días, los hospitalizados han ido en aumento y ya son 241 hospitalizados en planta y 25 en UCI los que se acumulan en la comunidad solo por coronavirus.