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Zamora

La calle San Andrés de Zamora tendrá un pavimento con propiedades descontaminantes y antideslizante

25 agosto, 2020 12:35

La Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy el proyecto de sustitución del pavimento de la calle San Andrés, que cuenta con un presupuesto de 200.000 euros, y con el que la Concejalía de Urbanismo, Medioambiente y Obras procederá a la renovación de la citada calle por completo, tanto desde el punto de vista estético como funcional, completando la actuación con la instalación de nuevo equipamiento urbano, consistente principalmente en alcorques, bancos y papeleras, así como bolardos de protección para el peatón. 

Cabe destacar que la sustitución del pavimento abarca un ámbito más amplio que la simple reposición y renovación, al plantearse la instalación de un pavimento antideslizante con propiedades descontaminantes, que además de cumplir con su función resistente y estética, contribuye activamente a la eliminación de contaminantes de la atmósfera mediante un proceso de oxidación natural libre de agentes químicos similar a la fotosíntesis que hacen las plantas, convirtiendo los gases nocivos, propios de zonas urbanas, en compuestos inocuos para la salud y el medioambiente, siendo muy eficaz en la eliminación de óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y material particulado, tratándose, además de un material prefabricado altamente ecológico y sostenible. 

De esta forma se tiene en cuenta tanto el aspecto estético al renovar un pavimento que en la actualidad se encuentra bastante deteriorado por el uso del mismo, el aspecto medioambiental al plantear la instalación de un pavimento que combate la contaminación mediante la degradación de los principales contaminantes gaseosos, y finalmente, el aspecto funcional, ya que al tratarse de una calle de coexistencia peatonal se plantean soluciones para el tráfico rodado de acceso restringido y a su vez, que garanticen la protección del peatón mediante la instalación de bolardos.

Con estas actuaciones se pretende garantizar la accesibilidad y el uso de bienes y servicios de la Comunidad a todas las personas, y en particular, a las que tengan algún tipo de discapacidad, ya sea física, psíquica o sensorial, de carácter permanente o temporal.