UGT ha advertido hoy de que la Junta ha iniciado un proceso de "unificación-absorción" del servicio de radiología del Clínico por parte del Hospital Universitario del Río Hortega (HURH), un nuevo movimiento para "descapitalizar" al primero y crear "desasosiego" y "malestar" en sus trabajadores.

El secretario regional de Sanidad de FeSP UGT, Miguel Olguín, lamenta que la Gerencia de las Áreas de Valladolid, "con Eduardo García Prieto a la cabeza y dirigido en la sombra probablemente por el director general de Planificación y Asistencia Sanitaria de la Consejería, Alfonso Montero Moreno, tome una decisión que "despreciaría" al resto de trabajadores "imprescindibles" para el correcto funcionamiento de los servicios convirtiéndoles en "mero material fungible o accesorio".

En un comunicado remitido a Europa Press, recuerda que el servicio de radiodiagnóstico del Clínico de Valladolid, aparte de ser mayor en estructura y dotación de profesionales (29 licenciados especialistas en radiología y 54 TSID frente a 28 licenciados y 44 TSID, por ejemplo, según datos de la propia Consejería), es centro de referencia en muchas técnicas de intervencionismo, con lo que todavía hace "menos entendible" que el "pez pequeño se coma al grande", al igual que se pretendió llevar a cabo con la UCI pediátrica, como denunció el sindicato.

"Para mayor abundamiento, recordar que ya hubo un movimiento similar con el servicio de radiología del Hospital Clínico de Salamanca el año pasado del que tanto la Consejería como el jefe de radiología del HURH salieron escaldados demostrando una vez mas que SACYL hace gala de la condición de humanidad tropezando con la misma piedra", añade Holguín.

Para el dirigente sindical lo "más vergonzante" de estos movimientos es que, además de la "nula" información a trabajadores y a sus representantes sindicales, el gerente de las Áreas de Valladolid se dedique a este tipo de "intrigas" que, a su juicio, asistencialmente "no aportan nada" a los usuarios del sistema y que responden más a intereses corporativos y personales de los implicados.

"Además es mucho menos entendible en una fase de la pandemia covid, que debería centrar todos los esfuerzos de las administraciones en aspectos más vitales como por ejemplo la protección de la salud de los trabajadores y trabajadoras de las Áreas de Salud de Valladolid, para lo cual ni se ha convocado el preceptivo Comité de Salud Laboral del Área Este desde diciembre del 2019, pese a la que ha caído y sigue cayendo, aún con la petición expresa de este sindicato, comité que por cierto el señor García Prieto renunció a presidir en su primer acto de presentación ante el mismo", afirma.

Para UGT, el verdadero problema de la radiología en la provincia, "y por ende en la comunidad", es doble. Por un lado, el atraso tecnológico al que se ve sometido los pacientes de la Comunidad por la "nefasta" gestión de los diferentes equipos directivos de la Consejería de tal modo que se siguen externalizando las técnicas "tan necesarias" para los pacientes oncológicos como el PET y "tan onerosas" para el bolsillo.

"Por ejemplo, instalar un PET en Valladolid que diera servicio a la provincia y a parte de la Comunidad tendría un coste de tres millones de euros, amortizados instantáneamente con la supresión del concierto con la Clínica de Navarra y con el ahorro en la concesión del transporte sanitario asociado", explica.

Por otro, una política "errónea" de recursos humanos que repercute en unas condiciones de trabajo incompatibles, por lo precario y lo temporal, con fijar y atraer radiólogos a la Comunidad, continúa.

El sector de Sanidad de la FeSP de UGT Castilla y León exige que se abandone esta actitud "descapitalizadora" hacia uno de los dos hospitales de la ciudad. "Defendemos la autonomía de los centros sanitarios que, como se ha demostrado en esta fase Covid, es imprescindible así como la potenciación de los servicios radiológicos de los tres hospitales de la provincia aprovechando por ejemplo los fondos FEDER para la compra y puesta en marcha de la tecnología PET (como están haciendo otras comunidades) que sí que redundará en la calidad asistencial", concluye.