La Unión Sindical de Castilla y León (USCAL) ha instado a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, a que los Protocolos de Prevención Sanitaria del regreso a las aulas sea supervisado y controlado por los 1.200 Inspectores de Salud Pública que, distribuidos por todo el territorio de la Comunidad, permitirían definir y poner en marcha estas medidas con las máximas garantías sanitarias.

Considerando que los docentes tienen un amplio margen de conocimientos para llevar a cabo las medidas de carácter educativo, pero no tanto las de carácter preventivo que figuran en el referido Protocolo, USCAL propone a la consejera de Sanidad la creación de Equipos de supervisión, seguimiento y control de dichas medidas.

Dichos Equipos deberían estar conformados por los técnicos de Salud Pública --farmacéuticos, veterinarios, enfermeros, médicos-- de los Servicios Territoriales de Sanidad y de las Zonas Básicas de Salud y Demarcaciones Farmacéuticas, en colaboración con los Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales de las Delegaciones Territoriales y, en su caso, con los Inspectores de Trabajo y Educativos.

USCAL ha brindado a las consejerías su disposición para colaborar en la constitución de estos Equipos, la elaboración de los protocolos complementarios de supervisión, seguimiento y control de las medidas de bioseguridad que sean necesarias, así como de educación para la salud de los docentes y alumnos, y de cuantas actuaciones sean necesarias para abordar los planes de contingencia de la Covid-19, y abortar los brotes que sin duda van a surgir con el regreso de los alumnos y profesores a las aulas en el curso escolar que comienza en septiembre.

Del mismo modo, el sindicato cree que deberían ser controladas las medidas de bioseguridad que se están implementando en las residencias de personas mayores y en el resto de centros socio-sanitarios.