El doctor de Medicina Interna del hospital de Salamanca Miguel Marcos ha vuelto a mostrarse muy duro ante la situación de los profesionales sanitarios durante este año 2020 y la lucha constante contra el coronavirus. 

A través de Twitter, ha registrado un hilo en el que trata de explicar la situación a la que se enfrentan los sanitarios en la actualidad debido a quejas que se han registrado por parte de algunas personas por la demora en la atención o la "sensación de abandono del paciente". 

Bajo su punto de vista esto se debe a tres factores como son las repercusiones sanitarias de la primera ola de coronavirus, una segunda ola que parece que está llegando y un sistema saturado y unos profesionales "tocados". 

Según informa, el problema de la atención del coronavirus durante marzo, abril y mayo llegó también a otros extremos con consultas y quirófanos bloqueados y menos diagnósticos de otro tipo de enfermedades. De hecho, según comenta, "se operaron menos pacientes que estaban en lista de espera (o ninguno directamente en muchos sitios; muchos pacientes no diagnosticados se están diagnosticando ahora y se suman a los que les toca diagnosticarse ahora. El sistema no está preparado para trabajar por dos". 

A ello se suma una lista de espera que ya era alta anteriormente por lo que si había seis meses de lista de espera para una cirugía, hay que tratar de seguir reduciéndola además de seguir operando lo que surja. Todo ello sin más profesionales. 

"Además, lo que supone ya el desastre total, se está sumando la segunda ola COVID. En muchos centros de salud ya están sufriendo un incremento claro de la presión asistencial con casos COVID-19. Si consiguen atender bien los pacientes COVID-19 para frenar la segunda ola ya están haciendo mucho, en mi opinión, pero eso va a provocar de forma inevitable que no puedan atenderse al resto de patologías todo lo bien que querríamos (esto ya pasa en verano en buena medida)", insiste. 

En ello incide para hablar de que la espera de esta segunda ola era en otoño por lo que se forzó en muchas comunidades a coger vacaciones durante los meses de verano, pero los casos ya están aumentando. Y se suma, además, la baja de otros sanitarios y "que en muchos sitios no se ha retenido a los profesionales que atendieron COVID-19. ¿Sorprendente? Sí, pero es la dura realidad con la que nos tenemos que manejar", afirma. 

En adición a ello se encuentra la moral de los trabajadores sanitarios. "Hablamos de estrés post-traumático grave en muchos casos y de haber quedado un poco tocado en otros tantos. Así no podemos pretender afrontar lo que viene" y lo ejemplifica en la reducción del plus Covid por el tiempo de baja en aquellos que ingresaron. "No es el dinero (poco por otra parte), es el detalle". 

Pide paciencia y responsabilidad

Ante todo lo anterior, a los ciudadanos, por tanto, les pide paciencia "porque el sistema en muchos sitios no da más de sí porque faltan profesionales" y responsabilidad para reducir la transmisión lo máximo posible. 

"La responsabilidad individual es muy importante y no lo diremos lo suficiente. Mucha gente cumple pero también hay casos que no y el problema es que todo el que lo hace mal repercute al resto. Ahí tienen que entrar las autoridades con normas y sanciones. No entro más en esto...", recuerda Marcos. 

Y además pide una política clara de inversiones y fidelización de profesionales para sacar el trabajo que se ha quedado acumulado, además de la vacuna para que el Covid pase lo antes posible. Sin embargo, se muestra pesimista sobre cuándo se podrá recuperar el sistema sanitario. "Difícil predecir porque depende de la eficacia y duración de la vacuna y de la duración de la inmunidad adquirida después de la propia infección. Mientras tanto y al menos hasta finales de este año, la situación va a ser muy complicada".