El delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, evitó realizar ninguna valoración más allá de la petición de prudencia a la población sobre los rebrotes que se están produciendo en la comunidad. Frente a ello, comentó que las medidas a realizar se trata de un ejercicio de la Junta de Castilla y León y que en el caso de que hubiera que actuar de manera conjunta ellos estarían dispuestos a colaborar.

En la toma de posesión del nuevo comisario de Segovia, Izquierdo sí realizó ese “llamamiento de prudencia” y de pensar que todavía se convive con el virus. “Nos ha costado un esfuerzo muy grande de manera persona, terrible en vidas humanas”, recordó para referirse especialmente a los jóvenes, los que “probablemente estén relajando algunas de las conductas”. “Tenemos más libertad ahora pero por ello también mucha más responsabilidad”, comentó.

Por último se refirió a las mascarillas y a su posible implantación obligatoria frente a lo que, aunque es la Junta la que tiene que valorar si su obligación es pertinente, él dijo que de momento se utilice cuando no se pueda garantizar la distancia de seguridad.