Izquierda Unida ha lamentado que la petición de reunión presencial con el Delegado del Gobierno para exponer la "problemática experimentada" por cargos públicos de la formación en diversos municipios de la Comunidad se haya limitado a una llamada telefónica.

La situación que el coordinador de IUCyL, Juan Gascón, quería poner sobre la mesa es el incremento "sustancial" de actos de "acoso", de "violencia" contra concejales de la formación y el "vandalismo" que están sufriendo las sedes del partido como las de Benavente, San Andrés de Rabanedo y Valladolid.

"Izquierda Unida de Castilla y León solicitó una reunión al Delegado del Gobierno en Castilla y León hace tres semanas, tras sufrir amenazas y acoso diversos cargos públicos de nuestra organización. Las organizaciones y personas afectadas han procedido a realizar las denuncias pertinentes, pero consideramos que tendría que haber un debate social sobre esta carencia democrática que tiene una parte de la ciudadanía de nuestra Comunidad", señala la formación a través de un comunicado remitido a Europa Press.

Desde Izquierda Unida de Castilla y León hacen una llamada a "rebajar la tensión política" en los debates parlamentarios en los que, en su opinión, "parece que se va a acabar el mundo". "En un país democrático es lógico que haya diversos puntos de vista, pero no que se esté alimentando la tensión en los diversos parlamentos, ya que esa estrategia supone problemas de convivencia y para determinados cargos públicos de IU a los que está señalando una pequeña parte de la sociedad", mantiene.

IUCyL pasará una relación "detallada" vía correo electrónico de actos producidos contra sedes y contra militantes de la organización, "que no tendrían que producirse en un país ni en una Comunidad Autónoma democráticos".

"Agradecemos el apoyo que se ha producido mediante declaraciones institucionales en diversos Ayuntamientos de Castilla y León y queremos generalizar actos de condena y repulsa de la violencia que se está generando de manera organizada y con declaraciones políticas que en lugar de calmar la situación buscan agitarla y generar más odio contra quienes no opinamos como ellos", concluye.