El empate del Real Valladolid contra el Levante UD dejó a la plantilla con ganas de más, después de hacer una gran segunda parte. “El vestuario está cariacontecido, rabioso. Eso es bonito porque están muy implicados. Les hemos comentado que estuvieran tranquilos y orgullosos”, comentó Sergio González en rueda de prensa.

El técnico blanquivioleta aseguró que “no se le puede poner ningún pero al equipo”. “Al equipo le ha costado meterse en el partido. Caímos en la trampa del Levante. Cuando hemos tapado esas distancias entre líneas, hemos sido mejores. En la segunda parte hemos sido un vendaval, un equipo muy ofensivo, pero no las hemos metido. Por mucho que hiciéramos, parecía que no quería entrar. Hemos hecho una de las segundas partes más importantes de este año y hemos tenido todas las de ganar. Parece que nuestro sino es sufrir”, analizó.

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De nuevo, la charla en el descanso sirvió para reactivar al Pucela: “Hemos corregido situaciones y los jugadores las han asimilado. El equipo está siendo excesivamente responsable”. Y es que, pese a solo conseguir el empate, Sergio se mostró “orgulloso del trabajo” del conjunto blanquivioleta. “Un punto más y a seguir. No tengo ninguna duda de que conseguiremos el objetivo sí o sí. Tenemos que hacer nuestro camino. Vamos a estar tranquilos y a pelear por esos 40 o 41 puntos”, expresó.

Pero al Real Valladolid le falta esa última marcha para conseguir llevarse este tipo de partidos en los que se marcha sin la recompensa completa. “Lo que más me cabrea es que el equipo trabaja a destajo con y sin balón y los resultados no dan esa credibilidad en el campo. Nos falta ese último golpe para refrendarlo”, concluyó.