Las terrazas se han convertido en las últimas semanas en el lugar propicio para ir olvidando el coronavirus. Aunque siempre presente, por la obligación de llevar mascarilla, esos 'oasis' de normalidad parecen ser lugares donde el coronavirus no se transmite.

Sin embargo, todos llaman a hacer bien las cosas, incluido en las terrazas. Distancia de seguridad y el uso de mascarillas son siempre las mejores recomendaciones aunque cuando se bebe y se come, las cosas son más complicadas. 

Hace escasos días, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, reclamaba a la sociedad que se pusiera las mascarillas también en las terrazas mientras no se bebiera y se comiera pero lo cierto es que la mayoría no lo hace. 

De hecho, se ven todo tipo de actuaciones, no todas ellas las mejores. Y es que como recomiendan, es preferible no tocarse la mascarilla por lo que ponérsela por debajo o arriba teniéndola enganchada no es la mejor idea.

Pero es que, además, también los hay que las dejan sobre la mesa o que las dejan airearse. Todo ello está mal hecho ya que puede ser un peligro para la propia persona y para los demás. 

Así, según recomiendan los expertos, lo mejor es guardarla en un sobre de papel u otros estuches similares, como pueden ser los de las gafas. Y, por supuesto, siempre que se vaya a tocar la mascarilla, desinfectarse las manos.