Lo peor del coronavirus, al menos en su primera oleada, ya ha pasado. Salamanca se encuentra relativamente estable en cifras muy bajas con más días con cero fallecidos que con alguno debido al virus. Pero, sin embargo, ha sido una de las ciudades más atacadas por él, especialmente en días muy cercanos pese a que parecen olvidados. Marzo y abril fueron meses pésimos de lágrimas y encierros con una gran cantidad de fallecidos.

Así, según cifra la Junta de Castilla y León, la provincia ha registrado ya 698 muertos, de los que 369 se han dado en el hospital de Salamanca y 260, al menos, en las diferentes residencias salmantina. A este último número, sin embargo, seguramente se le podría sumar una cifra más alta ya que otras 207 personas han perdido la vida en estos meses lo han hecho con síntomas de coronavirus pero sin la prueba de confirmación.

Los problemas de materiales en el inicio de la pandemia, también de test, y la violencia con la que atacó en el inicio, hizo imposible en muchos casos determinar si la causa de la muerte había sido el coronavirus o los síntomas, como podían ser fiebre, tos o malestar general, procedían de otro tipo de enfermedad como la propia gripe.

Lo que es evidente es que la diferencia entre 2019 y 2020 en los fallecidos entre marzo, abril y mayo fue de casi 800 personas, según los datos de la Junta, que en el caso de otros organismos puede llevar hasta más. Así, sin tener la prueba científica de que sea así, casi se puede asegurar que cierta parte de los 207 fallecidos con síntomas lo hicieron debido al coronavirus.

Pese a ello, como no se puede cifrar con exactitud, la suma de todos los muertos en residencias con coronavirus o síntomas llega a los 467, en lo que es un 57% del total en estos centros, que llegan a 810 en el mismo periodo de tiempo. Es decir, más de uno de cada dos fallecidos en estos dos meses y medio en las residencias lo hicieron, muy probablemente, por coronavirus.