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ENTREVISTA | Alfredo Corell: “Es posible que haya alguna vacuna antes de acabar el año pero no se podrán producir a gran escala hasta 2021”

3 junio, 2020 16:12

Alfredo Corell sabe de lo que habla y lo hace con una claridad total que produce el fácil entendimiento de todos en una materia tan complicada como el coronavirus, que llegó hace escasos tres meses a España para poner todo patas arriba y cambiar unos hábitos que parece que perdurarán con el paso de los años.

Charlamos con el madrileño, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, catedrático de Inmunología en la Universidad de Valladolid, que suma 21 años como docente y que atesora además el cargo de Director de Área de Formación del Profesorado e Innovación Docente de la UVa que se convertirá en el Centro para la Docencia y la Enseñanza e Innovación, VirtUVa.

Lo hacemos en una entrevista dividida en dos partes. En esta primera nos centraremos en la búsqueda de la tan ansiada vacuna. Corell confía en que aparezca alguna antes de final de año y asegura que en los primeros momentos convivirán varias a lo largo y ancho de todo el mundo.

Pregunta. En los últimos días su forma de explicar las vacunas para combatir a la COVID-19 se han podido ver por diversos programas de televisión. Sauron, Darth Vader y compañía como protagonistas… ¿Qués es realmenente vacunar?


Respuesta. En los últimos días he estado enseñando de un modo divulgativo cómo se vacunaba la población y, sobre todo, qué tipos de vacuna había. Una vacuna es como si fuera una primera infección con un microorganismo, bien mitigado o bien parcial, para que no produzca ningún daño real y dispare la respuesta inmunitaria. Como un simulacro de incendio. Se enseña a las personas cómo evacuar el edificio para que, si se produce realmente el incendio, los daños humanos sean los mínimos. La respuesta inmunitaria, en este sentido, sería muy parecida.

Inducimos una primera respuesta con una porción del agente infeccioso o con este agente entero mitigado para que no sea dañino y se queden unas células en nuestro sistema inmunitario con capacidad de memoria. Si tenemos la infección real van a responder de un modo ágil y eficaz.

P. ¿Qué vacunas se pueden obtener para combatir el efecto de la COVID-19? ¿Estamos cerca de encontrar una vacuna?


R. Para el caso de la COVID-19 hay más de 130 ensayos de vacunas a nivel internacional de los cuales, como mínimo 7, están liderados por grupos españoles. Los más avanzados son, probablemente, dos. Ubicados en el CNB-CSIC en Madrid y otro en el IrsiCaixa en Barcelona.

Las vacunas van, desde utilizar el virus completo atenuado, se hace menos agresivo y una de las de Madrid camina en esa dirección, hasta utilizar el virus entero pero inactivado, por ejemplo, calentado para que no se pueda reproducir. También hay vacunas en ensayo en esta dirección.

Otra opción pasa por buscar otro virus que sepamos que funciona muy bien y que produce buena tasa de inmunización como es el de la viruela, que se erradicó hace 40 años. Como sabemos que este virus funciona muy bien podemos modificarlo genéticamente introduciendo genes del coronavirus. Este es otro de los procedimientos que están siguiendo en Madrid.

Otra de las opciones pasa por usar el adenovirus modificado que no se reproduce en nuestro organismo. Es más controlada, es una vacuna que va a necesitar más dosis y se modifica con genes del coronavirus para que los porte en su interior. Esta aproximación es la que acaban de publicar hace apenas una semana un grupo de China y también el equipo de Oxford, en Inglaterra.

En el caso de China, los datos son bastante buenos. Con 108 individuos consiguen que la vacuna induzca respuesta de anticuerpos y de células sin graves efectos secundarios que es lo más importante en la fase 1 de las vacunas, saber que son seguras.

De las 130 vacunas en desarrollo nos podemos encontrar con ejemplos de estos tipos  explicados 

Finalmente puede haber vacunas con fragmentos del microbio. Hasta ahora hemos hablado de vacunas enteras con virus completos. Estos fragmentos pueden estar incluidos en nanoparticulas, o a base de proteínas aisladas. Este tipo de vacunas también necesitan de más dosis que los que tienen el microorganismo completo y hay veces que hay que acompañarlas de sustancias (adyuvantes) que potencian la respuesta inmunitaria.

Hay otras vacunas que utilizan el material genético del virus. En el caso del coronavirus es ARN pero también se puede vacunar con ADN y hay desarrollo de vacunas en ambos sentidos.

De ARN es el desarrollo de la vacuna de la que se nos ha informado hace escasos días por parte de la empresa americana Moderna. Se ha ensayado en un grupo menor, de 45 individuos, y produce anticuerpos siendo segura sin generar efectos secundarios graves. Tanto la vacuna china como esta de Moderna han pasado a fase 2. De las 130 vacunas en desarrollo nos podemos encontrar con ejemplos de estos ocho tipos.

P. Hábleme de la inmunización cruzada.


R. Durante el invierno podemos contraer catarros. Entre los virus que provocan estos catarros hay algunas variantes de coronavirus y se ha encontrado que algunos individuos que tuvieron catarros tienen células reactivas frente al SARS-CoV-2, sin haberlo pasado. Esto solo se puede explicar por una reacción cruzada.

Los coronavirus del catarro y el SARS-CoV-2 son genéticamente parecidos. Esto explica que tengan en su estructura proteínas similares, y que habiendo contestado a las del catarro, hayamos adquirido unos niveles de inmunidad frente a la infección actual, lo que no deja de ser una buena noticia.

P. ¿Por qué a unos les afecta tanto el coronavirus y otros son asintomáticos y apenas se enteran de que lo tienen?


R. Entre un 80 y un 85% de las personas que tienen la enfermedad la pasan de forma asintomática o tienen unos síntomas muy leves. Solo un 15% entra en desarrollos más graves. De ese 80-85% se puede explicar, en parte, por las reacciones cruzadas. Individuos que tengan reacción frente a los catarros durante el invierno y no se hayan dado cuenta y también, por otro lado, puede deberse a que tengan un sistema inmunitario muy potente. Esto también significa que las defensas, en general, están haciendo su labor.

Entre un 80 y un 85% de las personas que tienen la enfermedad la pasan de forma asintomática o tienen unos síntomas muy leves 

Las personas que agravan lo suelen hacer por varios motivos: primero porque son muy mayores y sabemos que el sistema inmunitario, según la edad, envejece, lo que se conoce como la inmunosenescencia. Esto hace que los más mayores tengan más tumores, más enfermedades autoinmunes, etc. Es algo normal. 

También se ha visto que afecta más a personas con otro tipo de patologías como la diabetes o problemas cardiovasculares. El resto de individuos con sintomatología más grave se podrían explicar por diferencias de respuesta genética al coronavirus. Hay muchos genes implicados para dar una respuesta inmunitaria más fuerte o más débil a esta infección.

P. En CyL se han realizado 152.320 PCR (18.903 +) y 258.789 test rápidos (15.815 +)  siendo Valladolid la provincia con más test realizados acercándose a los 100.000. Esto ha contenido también la difusión del virus.

R. La contención de la infección se hace, sobre todo, con el test de PCR que es el más relevante para saber si el individuo está con infección activa. Los test rápidos van a medir solo si ha habido respuesta inmunitaria y hay veces que nos va a dar falso negativo por la menor sensibilidad de los kits. Si se hacen de un modo controlado y a grupos de riesgo y lugares donde ha habido un gran número de infectados nos sirve para controlar la infección y la difusión del virus, eso sí.

P. ¿Se atreve a vaticinar cuándo tendremos la vacuna y podremos ver esto un poco más lejos?

R. En una situación normal se tardaría entre 8 y 10 años en conseguir la vacuna desde que se empieza el proceso. En lo que se tarda 4-5 años, que es en el diseño experimental de cada vacuna que se pone en marcha, se ha tardado 4 o 5 meses en esta ocasión. Son 10 veces menos. Esto tiene que hacer entender a la ciudadanía del gran esfuerzo, económico y de colaboración que se está haciendo entre los distintos gobiernos de todo el mundo para poner en marcha una vacuna. Hay cierto grado de competitividad entre las empresas para ver quién se hace con el primer ejemplar en el mercado.

En los primeros meses seguro que convivirán varios tipos de vacunas porque no se podrán poner en producción para todo el mundo, simultáneamente

En los primeros meses seguro que convivirán varios tipos de vacunas porque no se podrán poner en producción para todo el mundo, simultáneamente. Algunos países tendrán una y otros otra dependiendo la que hayan producido en su propio país o en el entorno inmediato.

Es más que probable que tengamos vacunas disponibles al inicio del año 2021 con cierta garantía de que se puedan utilizar y demostrada su eficacia. Es posible que haya alguna alguna vacuna antes de que acabe el año, como han adelantado los ingleses y Moderna, incluso, pero probablemente no se podrán producir a gran escala hasta 2021.