El Club de Malasmadres pide al Gobierno que declare obligatorio el teletrabajo para garantizar el cuidado de los menores, ya que "los dos pilares de la conciliación en España, los colegios y los abuelos, no están disponibles en estos momentos".

El colectivo ha recogido ya 177.000 firmas en su campaña 'Esto no es conciliar' lanzada por la Asociación Yo No Renuncio a través de Change.org, que exige al Gobierno medidas urgentes para que las familias españolas puedan conciliar.

La abogada de familia Emilia de Sousa, colaboradora del Club de Malasmadres, ha asegurado que "cada día llegan correos y mensajes de mujeres que se están viendo en la obligación de tener que pedir una drástica reducción o una excedencia, porque su empresa no le ha aceptado ni el teletrabajo, a pesar de venir realizándolo eficientemente desde hace más de dos meses, ni la adaptación horaria que necesita para compaginar cuidados con el otro progenitor o cuidadores".

"He renunciado porque si no mi pareja tampoco podría trabajar y su sueldo, ahora mismo, es mayor que el mío", ha explicado Inés, una teleoperadora con dos hijos que ha tenido que pedir una excedencia de dos meses al verse obligada a reincorporarse.

"Vivimos en una ciudad sin familia. Mi marido no puede teletrabajar y a mi no me dan la opción aunque podría hacerlo perfectamente. El lunes tendré que cogerme la baja voluntaria para atender a mi hijo de 4 años". Es el testimonio de otra mujer, anónima, en las redes de Malasmadres.

Como ha explicado Emilia de Sousa, la demanda del Club es "avanzar desde el carácter preferente del teletrabajo a un carácter imperativo cuando un trabajador comunica a la empresa la necesidad de seguir manteniendo esta modalidad laboral por tener a cargo menores".

"El teletrabajo no supone coste empresarial ni estatal, puede ser efectivo de cara a seguir conteniendo la Covid-19, y para muchas familias es una forma ideal de organizarse con sus necesidades", ha añadido.

El temor de la Asociación Yo No Renuncio es que la pandemia, con el cierre de colegios y escuelas infantiles, traiga consigo una renuncia masiva de mujeres al mercado laboral.