Este lunes han entrado en fase uno otras seis zonas básicas de salud de Salamanca. Peñaranda, Fuenteguinaldo, Fuentes de Oñoro, Calzada de Valdunciel, Cantalapiedra y Matilla de los Caños ya disfrutan de más medidas de alivio que la mayoría de la provincia, siguiendo los pasos de Robleda, Lumbrales, Aldeadávila de la Ribera y Miranda del Castañar.

Y una de las medidas más controvertidas de esta fase uno se ha encontrado en las terrazas de los establecimientos hosteleros. De hecho, pese a que el Gobierno cedió a sus pretensiones de ampliar las terrazas del 30% inicial al 50% actual, y que la mayoría de los ayuntamientos de las zonas también han considerado el hecho de ampliar las zonas para que ese 50% pueda llegar a ser superior, más allá de hasta anulaciones de pagos, muchos han decidido no abrir.

En Fuentes de Oñoro, por ejemplo, ni la mitad han decidido abrir sus puertas pensando en los vecinos, que han respondido por momentos a esta apertura para aprovechar tras dos meses de no poder hacerlo. El tiempo, además, acompaña, con temperaturas altas que, a veces, lo son demasiado cuando da el sol y que puede perjudicar en determinados momentos del día.

Sin embargo, los que han abierto dicen que les merece la pena. Las medidas relatadas anteriormente provocan que, en muchas ocasiones, las terrazas se puedan abrir al 100%, cuando sea posible mantener la distancia de seguridad. Y aunque todavía no es el momento de recuperar a trabajadores que siguen en el llamado ERTE, en el caso de los lugares con pocas mesas y asumibles por el propio dueño, aseguran que les ha ido bien.

Evidentemente, para estar en las terrazas hace falta mucha higiene, y esta es la otra pata de la mesa. Desinfección entre cada cliente y nada de entrar en el establecimiento. Con la distancia de seguridad y las mascarillas se hace el resto para comenzar a disfrutar de nuevo de una normalidad cada vez mayor. Paciencia y prudencia.