El periodista zamorano Goyo Fermoselle ha escrito la friolera de más de 100 cuentos personalizados durante los más de dos meses de confinamiento domiciliario. Lo que empezó como un simple pasatiempo, se ha convertido en toda una hazaña literaria, donde cada escrito tiene una historia muy especial, que ha terminado por dejar huella en su protagonista. 

Todo comenzaba cuando Goyo decidía utilizar su tiempo libre en casa para escribir cuentos. Una idea que lanzaba en su perfil de Facebook, donde proponía a los padres que sus pequeños pensaran en cinco palabras, que podían enviarles a través de una dirección de email, con el nombre y edad del pequeño, y donde él elaboraría una historia personalizada para el niño o niña. La respuesta fue inmediata. Solo en el primer fin de semana el periodista dedicaba horas y horas a responder a esas peticiones, y crear cuentos completamente originales y personalizados, de unas mil palabras de extensión. 

Más de dos meses después ya son 100 los cuentos que han salido de la cabeza de este zamorano y que han hecho felices a un centenar de niños por toda España. Y es que las peticiones no han llegado solo de Zamora, de hecho, "no ha sido el lugar mayoritario", explica su protagonista. Peticiones de Madrid, Baleares, Málaga, Canarias e, incluso, Andorra han tenido a este periodista trabajando a destajo para crear estas preciosas historias y llenar de ilusión a los pequeños, que han aguantado estoicamente en sus casas. Unos cuentos que su autor aspira a recopilar, lo primero para su propio recuerdo y, puede que más adelante, para encontrar a alguna editorial interesada en publicarlos. 

Goyo se lleva de esta experiencia el poder haber ayudado a muchas familias que han pasado una situación complicada y sus cuentos ha ayudado a los más pequeños de la casa a comprenderlos mejor. No han sido pocos los padres que han solicitado su ayuda para explicar a un hijo que un abuelo había fallecido por el Covid-19, que una mamá sufría cáncer y cómo podía afectar el virus a su salud, pequeños enfermos que tenían que comprender la peligrosidad del Covid-19 para su afección, e incluso como válvula de escape para niños son trastorno del espectro autista. "Yo no soy terapeuta ni tengo formación, no sabía muy bien que palabras o forma de redactar debía utilizar para ayudarles", explica el periodista sobre esas historias más complejas. Pero lo cierto es que con sus ganas de ayudar ha sido suficiente y la respuesta de los niños, enternecedora. "Tengo el email lleno de audios de los niños dándome las gracias por el cuento, incluso un pequeño con TEA, se ha animado a enviarme un audio, cosa que me ha emocionado teniendo en cuenta lo difícil que es para ellos la comunicación", relata Fermoselle. 

Traducido al balear y con ilustraciones

El éxito de estos cuentos de marca zamorana es inegable. Tal ha sido el recorrido que uno de las historias que llegó a las Islas Baleares fue protagonista del Día del Libro de un pueblo muy cercano a Palma. Cuando el cuento llegó a su destinatario, sus padres decidieron traducirlo al balear y otro familia se encargó de ilustrarlo. Tan bonito fue el resultado que el Ayuntamiento de la localidad utilizaba la historia del periodista zamorano para leerse en directo a través de su canal de YouTube para todos los vecinos del municipio.