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Las únicas tres vecinas de un pueblo de Sanabria denunciadas por saltarse el confinamiento

29 abril, 2020 17:05

Olimpia, Concepción y Carmen son las únicas tres vecinas de la localidad de Escuredo, perteneciente al término municipal de Rosinos de la Requejada. Tres mujeres de entre 60 y 70 años que residen la mayor parte del año en la localidad, junto con sus respectivos esposos. Y pese a ello, el pasado 14 de abril eran denunciadas por la Guardia Civil por saltarse el Estado de Alarma decretado a causa del coronavirus. 

Dado el bajo nivel poblacional, que se limita a ellas tres y sus esposos, el confinamiento social casi es obligatorio durante todo el año y el contacto diario entre los seis vecinos de esta localidad, prácticamente familiar. Pese a ello, y según ha relatado una de las hijas a Noticiascyl Zamora, esto no ha evitado que las tres hayan terminado denunciadas por "encontrarse en la vía pública conforme a lo dispuesto por el Real Decreto del Gobierno". 

Todo comenzaba cuando hace 15 días, las tres mujeres se dirigieron, a última hora de la tarde, a las afueras del pueblo para poder hablar por teléfono móvil con sus familiares. Una práctica que tienen que realizar a diario puesto que "en inmediaciones del casco urbano sólo existe cobertura muy deficiente de la compañía Movistar, haciéndose mutua compañía dada la proximidad de la noche". Pasados unos minutos, las tres vecinas escucharon como se aproximaba un vehículo a la zona y, en ese momento, una de ellas decidía esconderse tras unos arbustos. Una decisión que tomaba tras haber sido denunciado ya su marido unos días atrás, cuando se encontraba en una de las tres calles del pueblo. 

Pese a los intentos por ocultarse, las tres mujeres eran descubiertas por los agentes de la Guardia Civil. Según relata la hija de una de ellas, de poco sirvieron las explicaciones que estas tres vecinas dieron a los miembros de la Benemérita, sobre que "son las únicas tres habitantes del pueblo, en el cual residen la mayor parte del año y en el cual se encontraban ya con anterioridad a la declaración del Estado de Alarma". Las tres mujeres terminaban denunciadas por desobedecer el estado de confinamiento domiciliario con la correspondiente multa económica. 

Para estas tres vecinas y sus familiares el comportamiento de la Guardia Civil en este caso ha sido "un estéril exceso de celo por parte de los agentes en la persecución de pequeños ilícitos administrativos que recuerda el de otros tiempos". Un control que, según la versión de estas tres sanabresas "se han incrementado considerablemente" en los últimos días, tras dicho suceso, previniendo a algún vecino durante estas visitas, contra actividades tales "como cortar leña, sembrar o recolectar cualquier tipo de cultivo o incluso realizar labores de mantenimiento de las colmenas", por no ser actividades de primera necesidad. 

Para estas familias, desde un punto de vista legal, el Real Decreto que declara el estado de alarma refiere entre sus finalidades "proteger la salud y seguridad de los ciudadanos, contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública". Es por tanto la protección de la salud la principal finalidad de la norma, que para estos vecinos "queda garantizada, por el casi completo aislamiento de los mismos, dada la escasa población de la localidad y su distanciamiento a más de 7 kilómetros del pueblo más cercano".

Su denuncia pública pasa porque se ha realizado una interpretación "excesivamente rígida" de la norma, como resulta de la intervención de los agentes del Instituto Armado, que para los afectados "no sólo no aporta nada a la salud y seguridad de los ciudadanos, sino que además les ocasiona el perjuicio añadido de no poder comunicarse de forma habitual con familiares y amigos, aparte de ahondar todavía más si cabe, en el aislamiento que sufren las personas que viven en estas áreas deprimidas".