Comisiones Obreras ha llamado la atención sobre la situación de la cárcel de Topas en cuanto al coronavirus. Según indican, hasta seis trabajadores han dado positivo o han estado en cuarentena ya por lo que, aunque ningún interno ha manifestado síntomas compatibles, algunos podrían ser asintomáticos. 

Ante ello, el sindicato pide la realización de test, también a los funcionarios que se deben reincorporar al servicio tras la cuarentena. Por eso piden a la Consejería de Sanidad el envío de test rápidos a la prisión "para detectar precozmente el virus e investigar posibles brotes epidémicos". 

Insisten en que su mayor preocupación es que en las prisiones se puedan repetir la situación de las residencias de ancianos. "Las prisiones son espacios vulnerables que cuentan con unas plantillas envejecidas y con patologías base y porque la población reclusa es de riesgo por padecer inmunodepresión adquirida y enfermedades graves como el VIH, la hepatitis, cáncer, etc".

Además, otra de las demandas es que se proteja al personal especialmente sensible a la exposición del coronavirus. En Topas, de hecho, la media de edad está en los 56 años y hay trabajadores con patologías base consideradas como de riesgo.