La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) urge al Servicio de Ayuda a Domicilio de Valladolid UTE-SAD que realice test de coronavirus a todas sus trabajadoras, para asegurar que no hay positivos, y evitar así la propagación del Covid-19 a los usuarios que atienden. Las trabajadoras, que recuerdan que asisten diariamente a dos o tres personas, señalan que son las únicas que entran en las casas de los usuarios y que, por tanto, son la vía de contagio más probable.

Este temor está favoreciendo que sean muchos los usuarios que se han dado de baja por precaución, ya que temen que quienes les atienden no estén trabajando en las condiciones de seguridad adecuadas. En este sentido, CSIF insiste en que -desde el inicio de la crisis sanitaria- viene denunciando la falta de protocolos de actuación, de equipos de protección individual (EPIs) adecuados para estas trabajadoras sociosanitarias, material que sigue llegando con cuenta gotas, sin la cantidad suficiente, ya que tienen que utilizar los mismos toda la jornada laboral.

CSIF recuerda que la protección resulta fundamental, también, para evitar que la trabajadora de la ayuda domiciliaria se contagie; y remarca estas trabajadoras no son las encargadas de la limpieza, y entre sus labores no está la de desinfectar domicilios, algo que sí ha pedido la empresa para un usuario que ha recibió el alta hospitalaria por coronavirus. CSIF señala que la desinfección de un domicilio es un servicio especial, que debe hacerse con personal preparado, en condiciones especiales, con productos concretos y con el material de protección adecuado, “que una trabajadora de ayuda domiciliaria no tiene que hacer”. CSIF pide máxima vigilancia de esta concesión administrativa por parte del Ayuntamiento de Valladolid para que no se repita la situación de las residencias de ancianos. Ante esta posibilidad, CSIF urge en la necesidad de realizar test de Covid-19 a estas trabajadoras.