No se prevén festejos taurinos de ningún tipo hasta bien entrado el verano, si acaso. Las ganaderías de bravo están bajo mínimos y la gente del toro necesita algún estímulo.

Castilla y León es la segunda comunidad en el número de festejos taurinos con casi 2.300 celebrados en 2018 (355 entre corridas de toros, novilladas, rejones, etc.) y el resto corresponde a los festejos populares, donde la tradición taurina manda en cada localidad de nuestra Comunidad.

Por ello, la tauromaquia sigue viva en nuestra Región. Lo decía José Rodríguez Sanz-Pastor, ex secretario general de la Consejería de Cultura y Turismo en anteriores Legislaturas, a través de una entrevista que le hacíamos en noviembre de 2018.

Por supuesto que sigue viva. Castilla y León es una Comunidad privilegiada en cultura taurina, en la que los espectáculos taurinos, tienen, además de un carácter cultural, popular y festivo, una gran trascendencia patrimonial y empresarial.

Y continuaba ofreciéndonos los siguientes datos:

Para muestra bastan unos datos: Castilla y León, con 2.345 espectáculos taurinos celebrados en 2017, es la 1ª comunidad del país en número de espectáculos mayores celebrados (415) y la 2ª en espectáculos populares (1930).

Respecto a las ganaderías comentaba lo siguiente:

En Castilla y León se ubica el 20% de las ganaderías de lidia de España (segunda comunidad después de Andalucía), ecosistema único de gran valor ecológico con más de 56.000 hectáreas de dehesa.

Sanz-Pastor nos facilitaba, además, unas encuestas donde Castilla y León ocupaba un lugar destacado:

Por último, de acuerdo con la última Encuesta de Hábitos Culturales publicada por el Ministerio Educación Cultura y Deporte, en esta Comunidad Autónoma la tasa de asistencia a festejos taurinos era del 23,3%, doblando a la media nacional que era del 9,5 %, ocupando la 2ª posición en el ranking nacional, sólo precedida por Navarra.

Bien, hechas estas precisiones, la Junta tiene y debe de comprometerse con la tauromaquia de Castilla y León en esta época tan dificultosa que nos toca vivir por motivos de la pandemia. Al menos, contactar con todos los sectores implicados, al igual que lo hará próximamente la Junta de Andalucía.

En Castilla y León, con datos de 2018, se utilizaron más de 40 mil animales para festejos taurinos. Actualmente, en Salamanca ya hay ganaderos de bravo que están enviando al matadero vacas y animales de saca porque las perspectivas de lidiar este año son muy escasas.

El panorama entre los distintos sectores del mundo del toro no es menos distinto, sobre todo entre la clase auxiliar: banderilleros, picadores, mozos de espada, ayudas, etc., además de los toreros, novilleros, rejoneadores, etc., ya que su situación en la Seguridad Social es especial. Además de los empresarios, cuya actividad será nula durante meses.

El Consejo de Gobierno declaró hace ahora seis años (abril de 2014) a la Tauromaquia en Castilla y León Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, como una actividad integrante del patrimonio cultural de la Comunidad, etc.

Urge, pues, una reunión de la Mesa de la Tauromaquia de Castilla y León, creada en ese mismo año. Un órgano especializado de participación, asesoramiento y propuesta de la Administración de la Comunidad en materia de promoción y difusión de la fiesta de los toros, especialmente en cuanto a manifestación cultural y producto turístico con la finalidad de preservar los valores de la tauromaquia.

Sr. Fernández Mañueco, -mi Presidente y de todos los castellanoleoneses- como salmantino, aficionado y conocedor y sabedor del mundo de la tauromaquia, no deje pasar este momento crucial para la gente del toro. Hablen con ellos, por favor.

Escúchenlos, y luego que sus departamentos tomen las decisiones más idóneas para todos. Ya sabemos que hay asuntos muy graves por resolver. Pero igual que atienden a las pymes y a los autónomos, háganlo con ellos. Sus situaciones no son distintas y también lo están sufriendo.