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ENTREVISTA | De Tudela a cumplir años en pleno confinamiento luchando contra el coronavirus en Madrid

14 abril, 2020 09:11

Con la maleta llegó Ana Fargallo Calvo de un viaje y de ahí a luchar contra el coronavirus sin pensárselo dos veces. Esta enfermera de 23 años, cumplidos en plena cuarentena el 1 de abril, trabaja en un Hotel Medicalizado en la capital de España y lucha para acabar cuanto antes con una pesadilla que afecta a miles de españoles.

Esta vallisoletana muestra coraje y valentía en cada una de sus palabras y reivindica el valor de un colectivo, el sanitario, maltratado en el pasado, con bajos salarios y horas y horas de jornada laboral, que da el do de pecho para sacar a España de una situación complicada con sufrimiento y un panorama de futuro, en lo económico, que se antoja desolador.

Pregunta. Vive en Tudela de Duero, ¿Cómo acaba en Madrid, la capital del coronavirus en España?

Respuesta. Decidí quedarme en Madrid porque volvía de un viaje y fue cuando se estaba revolucionando el tema del coronavirus allí.  Tenía la opción de quedarme a vivir en el piso de mi hermana. Le tengo mucho que agradecer a ella y a sus compañeras de dicho piso. Que me dieran esta oportunidad y que me dejaran quedarme.

En Madrid comencé a moverme. Escribí al Colegio de Enfermería, me cambié de colegización, de la de Valladolid a la de Madrid, y me apunté a la bolsa de empleo. A los cinco días me llamaron para decirme que se necesitaba gente para un hotel medicalizado que se iba a abrir.

P. ¿Cómo recuerda esa puesta en marcha del Hotel Medicalizado en Vía Castellana en el que está trabajando ahora mismo?


R. Cuando llegué estábamos un enfermero y yo y nos dedicamos a montar una planta, a hacer un estudio con todo lo que necesitábamos para un control de enfermería y teniendo en cuenta que al final era un hotel.

El primer día no había pacientes y empezamos a abrir plantas. Preparamos el hotel como podíamos, con los recursos que teníamos para que en todas las habitaciones hubiera termómetro, mascarilla y pijama. Como si fuera un hospital.

P. ¿Qué situación se encontró cuando comenzaron a llegar los pacientes?


R. Poco a poco comenzaron a llegar más enfermeras, más estudiantes de cuarto de enfemería que nos ayudan muchísimo. Actualmente tenemos abiertas seis plantas y en cada planta hay 20 pacientes. Cuando llegué estaba un poco asustada porque acababa de llegar de un viaje, con lo que tenía en la maleta y sin saber como moverme por Madrid.

Los pacientes que nos empezaron a llegar eran COVID-19 positivos. Personas independientes para su vida diaria pero que presentaban alguna sintomatología. Se decidió actuar para liberar camas de los hospitales. Nuestros pacientes, normalmente, vienen del Hospital de La Paz.

Al principio reinaba la incertidumbre, no sabíamos cuál es el protocolo a seguir con los pacientes, etc. No podíamos estar mucho con ellos ni tener el trato humano que querríamos, pero es maravillosa la humanidad con la que se está llevando todo esto.

P. ¿Sois conscientes de la importante labor que estáis llevando a cabo?


Cuando paras, respiras y te das cuenta de todo lo que estás haciendo me parece muy bonito

R. Al principio no te paras a pensarlo. Tú, simplemente te despiertas, vas a trabajar y no piensas en lo que está pasando porque intentas no ser consciente de todo lo que está ocurriend. Cuando paras, respiras y te das cuenta de todo lo que estás haciendo me parece muy bonito.

El trabajo, por la carga y demás, a veces se hace duro. Hay muchas cosas que hacer. No puedes hacerlo todo pero acabas improvisando. Al final, lo importante es formar buen equipo, facilitar la comunicación para que todo fluya de la mejor manera y la verdad es que estoy muy contenta con todo lo que estamos haciendo.

P. ¿En qué situación están ahora mismo?


Lo que es importante es que la gente se quede en casa y tome todas las medidas de higiene necesarias

R. Seguimos en una situación muy complicada. La cuarentena se ha ido prorrogando y no sabemos cuanto se alargará más pero lo que es importante es que la gente se quede en casa y tome todas las medidas de higiene necesarias. Que se lave las manos, evite el contacto con personas de riesgo y salga lo mínimo.

El problema del sistema sanitario es que, además de la pandemia que estamos sufriendo, la gente sigue sufriendo infartos, accidentes… cosas que necesitan urgencias.

P. ¿Podría haberse controlado mejor la situación?


R. No sabría explicar las pautas para un mejor control de la situación lo que sí es cierto es que está en manos de todos. No merece la pena buscar culpables, buscamos humanidad y colaboración entre todos para salir cuanto antes. Ya se buscarán responsables, si hay alguno, más adelante. Tenemos que dejar a un lado las diferencias ideológicas.

P. Sin embargo, ha habido avisos anteriores que nos invitaban a haber tenido una mayor prevención.


R. Ha habido epidemias como la del ébola, y otros brotes que han llevado a expertos a decir en conferencias que se tenía que haber preparado una posible respuesta mucho más efectiva.

Ahora mismo, el Ejército está haciendo una labor espectacular. Mi padre es militar y estoy muy orgullosa de él. Mi madre trabaja con personas dependientes y también me llena de orgullo.

No es cuestión, como he dicho antes, de buscar culpables ahora, es un problema de gestión anterior. Haber tenido provisiones para que en caso de pandemia se hubiera podido recurrir a ellas, por ejemplo.

P. ¿Cómo ve los aplausos y agradecimientos que están llegando al personal sanitario?


R. Me gustaría que se tomara conciencia de los momentos que vivimos los sanitarios día a día. Tenemos una situación laboral complicada. Contamos con unos contratos basura que aceptamos porque si no se nos sanciona en la bolsa.

Se ha visto, con el coronavirus, que somos muy necesarios, nosotros y otras personas como equipos de limpieza, supermercados, etc. que son imprescindibles y no se ha valorado, no se ha dado prestigio ni se ha respetado. Es necesario reconocer a las personas, tanto socialmente como económicamente, para decirles que su trabajo es necesario y que lo están haciendo bien.

Es necesario reconocer a las personas, tanto socialmente como económicamente, para decirles que su trabajo es necesario y que lo están haciendo bien

Ahora se les llena la boca a muchos diciéndonos que somos héroes pero este es mi trabajo, lo voy a hacer muy contenta. No consiste en que la gente salga a aplaudir o que los políticos nos den la enhorabuena desde la televisión. Las cosas se tienen que solucionar y cuando todo esto acabe, nuestra situación va a volver a estar como antes y eso es lo que no puede seguir.