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Sociedad

Urgente: CSIF pide protección para los trabajadores de residencias y otros centros

24 marzo, 2020 12:06

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) viene solicitando, desde que comenzaron a detectarse los primeros casos de infección de coronavirus, pruebas de Covid-19 para todo el personal sanitario, una reclamación que debe extenderse a los trabajadores e internos de las residencias de mayores y otros centros de la Gerencia de Servicios Sociales.

CSIF alerta de que no se está prestando la debida atención a los centros con residentes internos, centros de atención de personas mayores, como las residencias asistida de personas mayores La Rubia y mixta Parquesol, y centros de atención a la infancia José Montero II, La Alameda y Zambrana), que hay en Valladolid, dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales. Continuas llamadas a CSIF, por parte de los trabajadores, denuncian falta de información, carencia de equipos de protección individual y retraso y errores en la aplicación de los protocolos, “que no se están resolviendo con el paso de los días”.

Los trabajadores tienen miedo, recalca CSIF, “no solo por su salud, sino por la de todos los residentes a los que atienden, y por poder trasmitir el virus a sus propios familiares”. Si alguno de los residentes o trabajadores se infectara, la contención del virus sería muy difícil y las consecuencias serían desastrosas”.

El pasado 18 de marzo, CSIF ya envió a la Gerencia de Servicios Sociales un escrito conminando a que se implantaran los protocolos de prevención y se entregaran equipos de protección individual a todos los trabajadores. Ahora, con la publicación en el BOE, el sábado día 21, de la Orden SND/265/2020 de adopción de medidas relativas a las residencias de personas mayores y centros sociosanitarios, ante la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, este sindicato independiente exige que se tomen las medidas “con la mayor celeridad y se preste el máximo celo en su cumplimiento”.

En la citada orden se indica que se deberá separar a los residentes en cuatro grupos: los que no tienen síntomas y sin contacto estrecho con posibles casos o confirmados, los residentes sin síntomas en aislamiento preventivo, los residentes con síntomas y los casos confirmados. Como consecuencia, los trabajadores con atención directa a los usuarios deben estar divididos y asignados a cada grupo de residentes, advierte CSIF, “otra medida más que no se está tomando”.

Asimismo, CSIF recuerda que en la mencionada orden se indica que se debe realizar la prueba diagnóstica de confirmación de coronavirus a los mayores, “y nos encontramos que ni siquiera, en este momento, en los hospitales hay test para detectar si el paciente está infectado con el coronavirus. Se está realizando una prueba radiológica para suplirlo, pero no es la prueba diagnóstica ideal, puesto que no alerta del contagio de forma temprana”. CSIF pide que llegue el test cuanto antes a los centros con residentes internos de la Gerencia de Servicios Sociales.

A esto hay que añadir, lamenta CSIF, que los laboratorios de microbiología están saturados y sólo desde la semana pasada se han dado instrucciones para doblar el turno, lo que está dando una tardanza mínima de tres días para comunicar los positivos a los facultativos de los hospitales y centros de salud.

Con estos mimbres, CSIF reclama a los responsables de la Gerencia y de los centros de su ámbito “que sean proactivos y organicen el trabajo, desde ya, como si en el centro hubiera algún caso positivo, porque cuando se dé, el tiempo de reacción será muy limitado”.

La nueva orden obliga a separar a los residentes por tipos, pero hay que tener en cuenta que hay muchas zonas comunes que no podrán compartir si no es tras una desinfección. “Habrá que dimensionar las plantillas para trabajar según estos nuevos protocolos de división de residentes que obliga, por tanto, a que haya una división de trabadores. Habrá que tener en cuenta que si se detecta un positivo lo sea de forma tardía, y que pueda haber más infectados”.

CSIF insta a que se tengan ya preparadas habitaciones adaptadas al aislamiento, “que se forme e informe a los trabajadores de los protocolos y de los equipos de protección individual (EPIs), ya que no todas las mascarillas valen para lo mismo, unas protegen al trabajador y otras, sin embargo, sólo sirven para proteger al usuario. No queremos que al trabajador se le de cualquier mascarilla para que se calle, deberá ser acorde al trabajo y al riesgo de su puesto. También sería necesario suministrar en los centros baberos desechables”.

Por poner un ejemplo, en la Residencia Asistida La Rubia de Valladolid hay unos 300 residentes con un grado de dependencia importante, y un total de 220 trabajadores con distintas funciones. Una infección masiva en este centro pondría en peligro y saturaría más, si cabe, el sistema sanitario, por lo que CSIF insiste en llevar las medidas preventivas con el máximo rigor y previsión.