Castilla y León

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Opinión

Artículo Periodístico 2.039º: "¿Cómo explicar el problema del mal y del Mal, III?"

23 marzo, 2020 20:42

Seguimos analizando y bosquejamos algunas causas del mal y de la maldad en Eurasia del siglo veinte. Para invitar a que todas las personas sabias o no sabias, según su saber y según su experiencia pudiesen aportar motivos o razones, en mayor o menor grado, de tal forma, que podamos crear un mapa de todas las posibles causas del mal. Para que no se repita...

El mal y la maldad, no solo se materializa y proyecta, en mayor o menor grado, en órganos y entidades sociopolíticas máximas, sino intermedias y bajas, y en otras entidades sociales, en lugares de trabajo, en la familia, en actividades de todo tipo, y de individuos particulares contra otros individuos, en nombre de una idea o de otra, y de un individuo contra si mismo, también. Por lo general, todo individuo cae en el mal, niega el bien, en general, o en particular, y, después, ese mal lo proyecta en su ámbito de responsabilidad y de poder. De ahí, la enorme importancia y necesidad de no caer en el mal, sino amplificar el bien, a y en todos los individuos y entes que forman y conforman los individuos...

- No aceptar que existen males morales, teóricos y prácticos, por ejemplo, no aceptar un mínimo de normas o principios morales universales, para todo ser humano, es una de las razones del mal y de la maldad en el mundo. Cierto es que unos individuos o colectivos o entidades, no caerán en todos los tipos de mal o de maldad, sino unos caemos en unos y otros, otros en otros.

No ser conscientes, que existen unos principios morales mínimos universales, que toda persona es objeto y sujeto de esos derechos morales universales. No ser conscientes, que existen males morales graves, por ejemplo, que existen los siete errores morales graves, y que caer en ellos, es una fuente enorme de sufrimiento personal y para otros. Es decir, que es un mal grave caer en la envidia, gula, pereza, soberbia, vanidad, ira-cólera, lujuria...

Solución, al pueblo, cada individuo y cada colectivo, tiene que aprender y aprehender una ética mínima universal aceptable y buena. Todas las entidades que forman el poder, todas las entidades que forman y conforman la sociedad. Todos los individuos, sean de una ideología o sean de otra, tienen el deber y el derecho, la obligación y la necesidad de buscar cual, de todas las morales existentes, teóricas y prácticas, es la mejor a nivel teórico y práctico... Si una sociedad, democrática o no-democrática cae en una inmoralidad grave, amoralidad grave, anomia moral, escepticismo moral grave, relativismo moral grave, hedonismo moral grave, es una fuente continúa de sufrimientos y de problemas. Si esa sociedad ha caído bajo el poder máximo de una no-democracia, y además, defiende morales no acertadas, teórica o, y en la práctica, las consecuencias son impredecibles e imprevisibles, con consecuencias nefastas. Solo hay que mirar el siglo veinte. Porque se olvida, que toda persona, toda, tiene unos derechos mínimos, que nada, ni nadie puede violentarlos.

- El padre Amorth, que ha sido durante décadas el exorcista oficial de la diócesis de Roma, indicó en una entrevista, que dos máximos líderes del siglo veinte, no democráticos, eran o tenían elementos satánicos o demoniacos claramente, estaban influidos por el Mal y el Maligno.

Puede que esta razón, no sea creíble, para muchos espíritus. Pero dentro del cristianismo, las causas del mal, las tres grandes causas que Leibniz indicó, el mal moral, el mal natural, el mal metafísico, que no podemos explicar ahora aquí. Según el cristianismo existe un elemento más, que sin exagerar, pero según dicha religión, es real, es las tentaciones y las perversiones del Maligno, del ángel o ángeles caídos.

Solución, este tipo de explicaciones, el Tentador que está siempre tentando al mal de la especie humana y de los individuos y colectivos, en general, tentándolos al mal moral, al pecado, en lenguaje del cristianismo. Esta explicación no puede dejarse de lado. Puede ser un elemento más, y en este caso esencial. Porque al final, alguien que caiga en una lujuria, y si tiene mayor o menor poder, puede tener consecuencias, sobre otras personas, en mayor o menor grado. Solo hay que mirar la historia, y la historia del siglo veinte.

No creer, y en la medida de lo posible, seguir una moral mínima, racional y prudente y bondadosa, y no creer y seguir una religiosidad-espiritual, al menos mínima, racional y bondadosa, son dos fuentes de grandes males. Porque, entre otros motivos, es no darse cuenta, de que existen principios del bien y principios del mal. Y, después, la persona que está en un plano o en otro, pueden extender ese bien o ese mal, en mayor o menor grado, en sus ámbitos de responsabilidad, sea cocinero, sea CEO, sea ministro, sea presidente de gobierno...

- El pueblo, el individuo normal, no solo los altos cargos, sociales o políticos o económicos, tiene una gran influencia, tanto en el bien, como el no-bien, como en el mal. El pueblo, individuos del pueblo, por no seguir una moral correcta, unos principios morales mínimos, caen en errores graves, que tienen consecuencias negativas y graves, muchas veces, demasiados graves, a y en su propia persona, en su familia, en sus ámbitos de responsabilidad y de poder, y en la sociedad. Muchos granos crean una montaña. Muchos individuos o personas, con un defecto equis, se convierte, no solo en un vicio individuo, un hábito negativo individual, una desvirtud individual, sino una colectiva, con consecuencias enormemente graves...

Solución, es que el pueblo, cada individuo, es que se le enseñe y eduque al pueblo en una ética y una moral individual y colectiva, lo más correcta posible, lo más verdadera posible, lo más prudente y racional posible. De tal modo, que si se le enseña y éste aprenda, el pueblo, una moral correcta, es la fuente de muchos bienes, al menos teóricamente sepa lo que es el bien y el no-bien. Y si sabe, lo que es el bien, será más fácil que lo materialice, y si sabe, lo que es el mal moral, será más fácil se aleje de él.

- Por otro lado, el mal o la maldad, que un ente colectivo o poder o individuo realiza, por lo general, no es contra todos los individuos, sino contra algunos, ni contra todos los colectivos.

Solución, quién sufre el mal, ser consciente del mal que está sufriendo. El que no lo sufre, sea consciente, que otros individuos lo están sufriendo. Y esto, ocurre en las empresas, en las familias, en los lugares de trabajo, en la sociedad, en los poderes sociopolíticos de todos los niveles.

- Ahora correspondería dejar unas líneas en blanco, para que cualquier persona o lector, añadiese razones o motivos o causas, que según él o ella, es la fuente del mal, de ese mal, que sucedió en muchos puntos de Eurasia en el siglo veinte. Y de ese modo, quizás, quizás no se vuelva a repetir... Porque de ese mal, que estamos analizando, lamentablemente, no podemos negar, que hubo muchas personas que obtuvieron beneficios, beneficios económicos, sociales, y de otro tipo, como poder o más poder...

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Para terminar paz y pax y pan y bien.