Castilla y León

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Valladolid

Exigen a zapatazos medidas de seguridad para realizar su labor frente al coronavirus

20 marzo, 2020 17:47

Trabajadores del Campyco de Valladolid, que atiende 140 personas con discapacidades psíquicas, exigen el cumplimiento de protocolos y material de protección para evitar contagios del Covid-19.

Los empleados se han plantado y reclamado el cumplimiento de protocolos de actuación y material de protección (EPIs) suficientes, para poder hacer frente al riesgo del contagio del coronavirus.

Para poder hablar con el responsable del centro los trabajadores, en la jornada de ayer jueves improvisaron un acto de protesta con aplausos y zapatazos en el suelo, "hasta que el director habló con los trabajadores", tal y como aseguran fuentes del sindicato CSIF a través de un comunicado recogido por Europa Press.

Le pedían información, que tranquilizara a la plantilla y le exigían protocolos y el reparto de material suficiente y adecuado para prevenir contagios, en un centro en el que los usuarios son de alto riesgo, con diferentes patologías asociadas, como las respiratorias.

"Los propios trabajadores podrían contagiar y generar un foco muy grave", ha explicado una empleada, que ha trasladado CSIF esta situación y preocupación para que lo haga llegar a los responsables de la administración y la sociedad.

CSIF lamenta la "impotencia" en la que están trabajando las plantillas del Campyco de Valladolid, y del resto de centros similares que hay en la Comunidad, destinados a la atención de personas con discapacidades, "porque están trabajando sin el material de protección suficiente, con personas que requieren un trato y un contacto directo, para cuidarlas adecuadamente".

Varias trabajadoras del Campyco de Valladolid denuncian que los protocolos, además de llegar tarde, no se cumplen y que las visitas se restringieron o suspendieron el pasado fin de semana, "cuando el problema de la propagación del contagio del coronavirus llevaba muchos días".

BATAS CON BOLSAS DE BASURA

Insisten en que carecen de mascarillas suficientes, y las que tienen son del tipo quirúrgico; que las batas no son las adecuadas o que tampoco cuentan con gafas suficientes, entre otras deficiencias.
Indican que, incluso, se han aprovechado los talleres para elaborar batas con bolsas de basura.

Respecto a la organización, dicen que no se están respetando unas distancias mínimas, ya que el espacio de las instalaciones es insuficiente y se trabaja con los usuarios "muy juntos, por no hablar de hacinamiento". 

Asimismo, aseguran que hay dos usuarios aislados, pero no tienen habitaciones preparadas, ni saben qué hacer o cómo actuar.