La Zarza de Pumareda vive momentos de extrema tensión. La crisis del coronavirus que azota al país ha entrado de lleno en sus límites y el alcalde ha decretado, a través de un bando municipal, el confinamiento por completo de todos sus vecinos. Durante la madrugada del miércoles se produjo el fallecimiento de una de sus vecinas. Una vez se conoció el hecho luctuoso se pudo determinar que tenía coronavirus.

Además, una de sus hijas también ha dado positivo en la prueba del COVID-19 por lo que el Ayuntamiento ha decidido extremar las precauciones y mandar a todo el mundo a casa. El alcalde, Javier Recio, ha habilitado la prestación de un servicio de compra a domicilio para atender las necesidades básicas de los vecinos y se ha comprometido a estar pendiente en todo momento de los que viven solos.

Las restricciones para los ganaderos de la zona contemplan que puedan atender a los animales, eso sí, cumpliendo con las medidas sanitarias y sin relacionarse con nadie.