La crisis del brote de coronavirus continúa su avance en Salamanca con los ciudadanos esperando en casa a que amaine el temporal. Pero este lunes, ese concepto viaja desde la metáfora hasta la literalidad porque la ciudad ha amanecido cubierta de blanco. La AEMET mantiene la provincia en aviso especial por temporal de lluvia y nieve y anuncia el descenso de la cota hasta los 700 metros.

Un circunstancia que complica aún más si cabe la tarea de todos aquellos profesionales que continúan desempeñando su labor en las calles con el único propósito de frenar la pandemia. Sanitarios que han de desplazarse hasta sus puestos de trabajo, así como empleados de supermercados o farmacias.

Más complicado lo tienen los agentes de Policía, guardias civiles o miembros del Ejército y Protección Civil movilizados, que han de cumplir su labor a pie de calle. Sobre todo, y como no puede ser de otra manera, se complica sobremanera la labor de los transportistas que permanecen en marcha para abastecer de suministros a la ciudadanía.

Sin embargo, y por buscar algún punto positivo en medio de la crisis, los salmantinos que miren por la ventana podrán ver un paisaje cambiado, diferente, que, en algunos casos, romperá con la monotonía del encierro en casa.

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