La Audiencia de Valladolid ha impuesto una pena de dos años y un día de prisión a un varón con iniciales D.A.G.J. por un delito de tráfico de drogas cometido en junio de 2016, cuando fue interceptado por la Guardia Civil en Medina de Rioseco cuando se disponía ha hacer entrega de más de 50 gramos de cocaína que llevaba ocultos dentro del capó de su vehículo.

El ya condenado ha eludido finalmente el juicio previsto para este miércoles en la Audiencia Provincial tras reconocerse culpable del delito y aceptar la citada pena privativa de libertad, junto con una multa de 2.700 euros, en lugar de los tres años y medio y la sanción pecuniaria de 4.500 euros que inicialmente solicitaba el Ministerio Fiscal, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos que han concluido en sentencia condenatoria se remontan a la noche del 20 de junio de 2016, fecha en la que D.A.G.J. viajó a bordo de su vehículo desde Burgos, donde residía por aquel entonces, hasta Medina de Rioseco con el fin de mantener un encuentro con un amigo suyo residente en la villa vallisoletana y hacerle una entrega de droga.

A tal fin, el condenado portaba, ocultos en el capó del coche, un paquete que contenía 50,73 gramos de cocaína en roca, con una pureza del 36,99 por ciento.

Una vez llegado a Rioseco, sobre las 23.00 horas, D.A.G.J. aparcó su vehículo junto a la casa del cliente y tras apearse del mismo abrió el capó y recogió la mercancía, momento en el que fue interceptado por agentes de la Guardia Civil que venían vigilándolo, ya que poco antes de llegar a la localidad vallisoletana había sido parado en un control por una dotación de la Benemérita a la que ya entonces infundió sospechas.

La cocaína intervenida por los agentes hubiera obtenido en el mercado un valor de 2.773 euros si hubiera sido vendida por gramos y de 4.490 euros si se hubiera comercializado por dosis.