El documental 'Generaciones en un escenario' tratará de mostrar la historia y la evolución de la música local en Valladolid desde los años 80 hasta la actualidad, así como "todo el ecosistema que rodea a una banda" y las diferencias entre una etapa y otra, para lo que su director, Miguel Saeta, ha contado con la participación de un gran número de grupos representativos, figuras hosteleras, fotógrafos y periodistas, entre otros, que se implican desde hace años en este ámbito cultural de la ciudad y que contarán su relato en esta "gran historia" de la música vallisoletana.

Saeta ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que el principal impulso que le ha llevado a realizar esta muestra audiovisual ha sido su "estrecha implicación en el mundillo", puesto que ha trabajado en la televisión cultural online Arcuva, donde se ha encargado de cubrir todas las actividades de cultura de Valladolid y ha sido cronista musical, dos labores que le han permitido darse cuenta de que en la ciudad del Pisuerga "ha existido y existe una amplia escena musical".

La idea surgió hace un años, concretamente en 2012, cuando el músico vallisoletano, que toca en bandas desde finales de los 90, aún trabajaba en Arcuva, pero no se ha podido ejecutar hasta este año "debido a falta de medios, tiempo y financiación". Sin embargo, mantiene desde entonces conversaciones con algunos de los protagonistas que aparecerán en el reportaje y se ha documentado, especialmente, sobre las primeras etapas que se tratan en el documental, mediante testimonios y declaraciones de dichas figuras.

Producción

'Generaciones en un escenario' se compondrá de 50 entrevistas a músicos "de ayer y de hoy", fotógrafos, periodistas y hosteleros, entre otros, que se han involucrado a lo largo de estos 35 años con la música local porque "los bares son imprescindibles, la música siempre se ha movido entre ellos, incluso entre los más pijos", ha asegurado Saeta.

Entre los testimonios de "los rockeros" destacan los de Luis 'Disidente', que fue guitarrista y vocalista en la banda pucelana 'Los Disidentes' y actualmente milita en 'Salto al Vacío'; Jesús Cifuentes 'Cifu', cantante de 'Celtas Cortos'; Peib Marinas, vocalista y guitarra rítmica del grupo de punk rock 'Free City'; o David Casado 'Kas', bajista y vocalista de 'Deblake', entre muchos otros.

Como hosteleros "emblemáticos" y comprometidos con "la movida pucelana", que relatarán su vinculación con esta en el documental, señala a José Ramos, más conocido como José 'Trastero', dueño del mítico bar 'El Trastero'; a 'El Viudo', dueño de la discoteca 'Asklepios' o Toño 'Rockería', puesto que "gracias" a ellos "Cantarranas se mantiene como núcleo más efervescente del rollo". Asimismo, el documental contará con la colaboración de Ricardo Otazo, fotógrafo de 'El Norte de Castilla' con más de 30 años de trayectoria en la profesión y otras figuras.

El documental, "que tiene mucho apoyo entre los músicos", se estructurará cronológicamente, por lo que primero aparecerán los testimonios de "las viejas glorias" que aún siguen en activo, y se grabará en diferentes escenarios, tales como bares míticos, salas de ensayo, casas particulares o en 'Musical Tamayo', una tienda de instrumentos que se encuentra en la Plaza Circular.

Miguel Saeta, que se muestra "muy implicado" en este proyecto, ha asegurado que, aunque el documental aún no tiene una fecha de estreno fija, contará con un trailer previo al debut, que Saeta ha estimado que tendrá lugar en el mes de febrero aproximadamente "con un preestreno en algún teatro de la ciudad". También ha indicado que "su meta" es estrenar 'Generaciones en un escenario' en la sala de cines del centro comercial 'Equinoccio' de Zaratán (Valladolid).

La escena musical en Valladolid

Para realizar este documental, Miguel Saeta ha tenido que documentarse a fondo sobre muchos de los aspectos que se tratan en él, por lo que ha podido comprobar que "lo interesante del documental comienza en la época de los 80", momento en el que "la música estaba mucho más concentrada, había muchas menos bandas que ahora y predominaba el rock". En este aspecto, Saeta ha confesado que "le duele" no abarcar también los años 70 u otras épocas "clave", algo que ha calificado de "imposible" al estar él solo al frente del proyecto.

"Cuando empezó la transición, en Valladolid, y en toda España, se respiró libertad. Al principio casi todo era rock, aunque también había pop y cierta psicodelia, y el abanico de estilos y el número de bandas aumentó hasta que, en los 90 aparecieron el heavy y el punk rock", ha explicado el músico. Actualmente, en la ciudad del Pisuerga, aunque "sigue habiendo mucha variedad de estilos", según Saeta, el "protagonismo musical" lo tienen bandas de pop y de indie y cantautores que "no está nada mal", pero, matiza, se "echa de menos" el rock n'roll.

Asimismo, ha señalado que otra de las cosas que echa en falta en la evolución de la música en Valladolid es la actitud de los músicos que, según su criterio, "están poco implicados con el sector" porque "las bandas no pueden esperar a que nadie las llame, tienen que ponerse en contacto ellas y actuar todo lo que puedan".

En este sentido, ha indicado que Valladolid tiene unas "posibilidades tremendas" para hacer una escena musical, pero cada músico "va a lo suyo" y no existe la unión que "había antes". "No hay manera de unificar actividades en común para que la ciudad pueda pegar un gran vuelco en todos los sentidos", señala.

Por otro lado, uno de los "grandes problemas" que ha visto el músico vallisoletano en la escena actual es la prohibición de tocar en los bares, por esta razón ha señalado que "hace falta una sala municipal para hacer conciertos" porque "estamos viviendo en la inmundicia musical". Asimismo, ha hecho referencia a la Ley del Ruido, que se aprobó en el año 2006 por la anterior formación política que gobernaba Valladolid, y que "mutiló la música, y la cultura en general, durante mucho tiempo".

Saeta ha asegurado que ve un cambio con respecto a la implicación de las administraciones municipales porque el Ayuntamiento está más "receptivo" con el Sindicato de Músicos y la Asociación Musical, desde donde se trabaja para "legalizar y ordenar" los conciertos y la música en directo en los bares porque se "cree" en la música de Valladolid.