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Región

Tres puntos de oro para seguir creyendo

13 mayo, 2017 16:56

El Real Valladolid ha conseguido este sábado una victoria (2-1) muy importante para acercarse a los puestos de playoff en un encuentro que no dominó y en el que el Mallorca pudo hacer más, pero los dos goles de De Tomás fueron suficientes para quedarse con los tres puntos.

En los primeros minutos fue el Mallorca el que mostraba más iniciativa con el balón, con más tranquilidad y paciencia y con los jugadores bermellones más metidos en el partido. La banda izquierda de los de Sergi Barjuan, con Angeliño y Oriol creando muchos problemas a Moyano y obligando a Espinoza a mostrarse más solidario en defensa.

El primer acercamiento de peligro fue para los visitantes, precisamente por esa banda con una gran combinación que permitió a Angeliño encarar a Becerra, pero su remate se fue al lateral de la red. Fue a los diez minutos cuando despertó el Real Valladolid, con una jugada que todavía nadie se explica cómo no terminó en gol.

Una galopada de Jose por la banda izquierda terminó con un servicio de Balbi para que De Tomás solo tuviera que empujarla, a un metro de distancia de la línea de gol y sin oposición. Incomprensiblemente, el 47 del equipo pucelano estrelló el esférico en el palo cuando todo el José Zorrilla ya cantaba gol.

La igualdad era manifiesta sobre el césped de Zorrilla, que lucía perfecto a pesar de las lluvias de los últimos días, con el Mallorca mejor plantado y moviendo el balón con más sentido. Mientras que los de Herrera estaban parapetados en su campo para salir a la contra, con un abuso a veces excesivo de balones en largo para Raúl de Tomás.

Los baleares no mostraban ser uno de los equipos que cierran la tabla, a menudo tocando el esférico con mucha comodidad en tres cuartos de campo, con Culio y Moutinho muy sueltos para comandar el ataque. A pesar de ello, el primer golpe en el marcador fue para los locales.

Pasado el minuto treinta, Jordán filtra un pase para De Tomás, quien recibe escasos centímetros dentro del área y, habiéndole ganado la posición a Yuste, se dejó caer nada más notar el contacto. El colegiado López Maya no se lo pensó y señaló el punto de penalti, desde donde el ariete del Real Valladolid hizo el primero y se resarció de la clara ocasión fallada nada más comenzar el choque.

Precisamente el canterano del Real Madrid tuvo otra oportunidad pocos minutos después, con un disparo fuerte desde 20 metros que Santamaría repelió con seguridad. A pesar del dominio en el marcador, el juego de los de Paco Herrera no terminaban de despegar, con un Míchel desaparecido y sin pegada por las bandas de Jose y Espinoza. No obstante, en los últimos minutos de la primera mitad el Real Valladolid gozó de un par de ocasiones en las botas de Jose y De Tomás, pero el marcador no se movió.

La segunda mitad comenzó con dos acercamientos a balón parado, uno para cada bando y sin más consecuencias que las amarillas para Jose y Álex Pérez, por parte local, y Yuste, para el Mallorca. Los baleares salieron con la misma idea con la que se fue al descanso, dominando y sin perder la cara al partido, con mucho peligro por la banda derecha de Lago Junior.

Cuando se iba a cumplir el minuto 55, Jose estuvo a punto de hacer el segundo con una contra rápida que le permitió llegar a la frontal de la portería defendida por Santamaría pero, tras dos recortes, su fuerte disparo se fue muy desviado.

En esta fase del encuentro la intensidad era mayor y las ocasiones empezaron a sucederse con mayor insistencia. Fruto de ello, Becerra tuvo que emplearse para detener un disparo raso al primer palo, obra de Lago Junior. Los bermellones llegaban con peligro y casi sin oposición a la frontal del área local.

El juego visitante se vertebraba en torno a Culio, jugador por el que pasaba cada jugada de ataque y que siempre le daba sentido a sus pases y, en consecuencia, al juego de los de Sergi Barjuán.

En cambio, el Real Valladolid reculó en exceso y comenzó a ver el esférico tan solo desde la distancia, a menudo mostrándose a merced del Mallorca. Al no tener el dominio, los de Herrera lo basaban todo en los contraataques como el que comandó Espinoza. El argentino arrancó en la divisoria del terreno de juego y tan solo De Tomás fue el que acompañó la jugada, pero el centro no encontró su cabeza para poner tierra de distancia en el marcador.

Ese segundo gol llegó a falta de nueve minutos para el final y no pudo ser de otra manera que en un contraataque. Álex López, que sustituyó a Michel, la puso en el segundo palo para que Mata habilitara a Raúl de Tomás, quien con un potente disparo marca de la casa batió a Santamaría.

Un contraataque perfectamente ejecutado que cerró el partido y permitió llevar la tranquilidad a la grada en un partido en el que el Real Valladolid no mostró su mejor cara. Pero a estas alturas de la película, lo importante es amarrar los tres puntos cada partido. Pero el equipo castellano es de los que se complica la vida y a falta de un minuto Lekic acortó distancias tras un servicio de Lago Junior y con una defensa dormida.

Por suerte para los locales, el tiempo no le dio la oportunidad al Mallorca para intentar el empate, por lo que se llegó al final con el 2-1.

Con esta victoria, el Real Valladolid se sitúa sexto, a falta de los resultados de sus competidores por el playoff, y depende de sí mismo para lograr dicho objetivo. Cuatro finales en las que los pucelanos han de sumar de tres en tres para cerrar su presencia en la liguilla de ascenso.