Zamora se ha teñido de luto este viernes bajo un manto negro de dolor. Silencio tan solo interrumpido por sollozos, lágrimas, desconsuelo y preguntas sin respuesta. Tres pérdidas que han roto el alma de miles de zamoranos, pero también, el de una ciudad entera.

Poco antes de las nueve de la noche, los cuerpos sin vida de Fernando Casquero, Rubén González y Daniel Camarzana partían del tanatorio de La Soledad de Zamora, donde durante horas han sido velados por amigos y familiares, para, en un acto multitudinario y conjunto, ser despedidos para siempre. Allí, en la iglesia de María Auxiliadora, centenares de zamoranos, amigos, familiares y compañeros esperaban para rendirles el último homenaje y adiós a estos tres deportistas soñadores. Y, a hombros, en un emotivo último gesto de devoción, los tres fueron trasladados al interior del templo.

Un experto y dos jóvenes amantes de la montaña que, juntos, escalaron las cimas más altas compartiendo un sueño, y juntos, ese sueño les hizo perder la vida. Tres personas que hoy, dejan un vacío inmenso en familias, amigos y una ciudad entera que llora su muerte y les despide entre lágrimas, pero sabiendo, que ahí arriba, conquistarán la estrella y la cima más alta.

Hoy Zamora escribe el capítulo más amargo y doloroso de la historia de su deporte. Se pierden tres vidas, pero tambien tres prometedoras historias de sacrificio, pasión y miles de proyectos. Allá donde estén, Fernando, Rubén y Daniel alcanzarán la estrella más alta. D.E.P.