Pese a los debates en las Cortes en los plenos que se suceden cada quince días en los que se intenta coser la herida, los datos son claros y no mienten. Castilla y León perdió en 2016 un total de 23.124 habitantes, según los datos provisionales del avance de la Estadística del Padrón Continuo a 1 de enero de 2017 difundida este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, Castilla y León contaba a 1 de enero de 2017 con un total de 2.424.395 habitantes, un 0,9% menos que en la misma fecha de 2016, lo que supone la caída más importante por comunidades, similar a la de El Principado de Asturias y Extremadura, ambas con un descenso del 0,8.

El retroceso poblacional de Castilla y León contrasta con el estancamiento poblacional registrado en el conjunto del país (0%), que ha perdido 17.982 habitantes en un año y a 1 de enero tiene 46.539.026 ciudadanos.

En términos absolutos, la pérdida de población de Castilla y León, 23.124 menos, es la cuarta más importante en toda España, sólo superada por la Comunidad de Madrid, Cataluña y Valencia, con caídas de 37.588, 28.689 y 24.958, respectivamente.

Por provincias, Ávila cuenta con 160.452 inscritos, lo que representa una pérdida de 2.062 (-1,3); en Burgos figuran en el padrón 358.056, 2.939 menos (-0,8) que en 2016; León cuenta con 467.933, con una caída de 5.671 (-1,2%); en Palencia figuran empadronados 163.356, 1.288 menos que el pasado año (-0,8); Salamanca registra 333.300, lo que supone un descenso de 2.685 (-0,8); Segovia cuenta en su padrón con 154.041 inscritos, 1.611 menos (-1,0); Soria, 88.830, 1.210 menos (-1,3); Valladolid, 521.023 inscritos, 2.656 menos (-0,5), y en Zamora figuran inscritos 177.404, con 3.002 menos (-1,7).

5% de extranjeros

Del total de inscritos en el padrón en Castilla y León a 1 de enero de este año, 121.536 nacieron en el extranjero, el 5,0 por ciento de los 2.424.395 habitantes en la Comunidad, 7.097 menos (-5,5 por ciento) de los registrados en el mismo periodo de 2016, cuando había inscritos 128.633 extranjeros.

Así, Castilla y León es la tercera comunidad autónoma con menor proporción de extranjeros sobre el total de la población, solo por encima de Extremadura (3,1%), Galicia (3,2%) y Asturias (3,9%), y tiene casi la mitad que la media española (9,9%).