Hoy, Domingo de Resurrección, florece la alegría, la felicidad, la primavera con las flores de las varas en alto, la vida. Los cohetes anuncian la alegría en la iglesia de La Horta, de donde salen Cristo y su Madre a proclamar la alegría de la vida en este día. Jesús Resucitado y la Virgen del Encuentro emprenden su camino hacia el Encuentro en este Domingo de Resurrección.

A las nueve de la mañana el Cristo iniciaba su recorrido por las calles de la ciudad desde la iglesia de La Horta para dirigirse por la Cuesta del Pizarro acompañado de la Banda de Música de Zamora. Un cuarto de hora después, era su madre, la Virgen la que ascendía por la Cuesta del Piñedo impaciente por encontrarse con su hijo. Pasadas las once de la mañana, en la Plaza Mayor, ambas imágenes se encontraban bajo la atenta mirada de miles de cofrades que alzaban sus varas floridas al cielo con gran ilusión por la Resurrección.

Allí, tras el momento tan emotivo de las reverencias, la Virgen se quitaba su manto negro de riguroso luto para ante la atenta mirada de su hijo lucir un manto azul, que resplandecía y daba luz a un escenario único en este día de felicidad y alegría. A ritmo del Himno de España y bajo un sol espléndido, las miles de personas que se encontraban en la Plaza Mayor transmitían su alegría y esperanza ante este emotivo y feliz momento. Tras ello, ambas comitivas, ya en una sola, han descendido la Cuesta de Balborraz para dirigirse hacia La Horta.

Un momento que pone punto y final a la semana de pasión de Zamora tras vivir unos intensos días de dolor, sufrimiento, penitencia, calvario y desconsolación. Un día, el Domingo de Resurrección que da pie al inicio de la felicidad y de las romerías. Un domingo con el que la sociedad zamorana disfruta, se alegra y aprovecha para disfrutar de los últimos instantes de esta Semana Santa. Comienza la cuenta atrás para la Semana Santa 2018.

Fotos y vídeo: Víctor Rodríguez Alonso